Soja de primera está terminando la siembra y la de segunda llegando a la mitad
DeLa reciente lluvia ha sido beneficiosa para la siembra con un 94% a 95% de avance en soja de primera y un 42% a 43% en soja de segunda, señaló Davy Dufour, director de Dufour Commodities, quien dio un panorama positivo sobre la situación agrícola en el departamento de Soriano.
Por otra parte, la cosecha de cebada ha tenido un avance del 72% a 73%, con menos rechazos en la maltería, y la cebada forrajera está al 87% a 88%. Además, el trigo mantiene una calidad aceptable con un 60% de avance en la cosecha.
Dufour indicó que los rendimientos son aproximadamente 1.000 kg inferiores al año anterior y los productores enfrentan precios bajos, lo que genera un panorama de rentabilidad limitada. A pesar de esto, el director de Dufour Commodities se mostró optimista respecto a la próxima campaña, donde se espera un ligero crecimiento en el área sembrada de soja y una aceptación moderada para maíz. Dufour destacó la incertidumbre causada por pronósticos climáticos como la posible «niña», que influyó en la toma de decisiones de siembra.
Las precipitaciones recientes han sido un factor positivo para los sembrados y para los cultivos que requieren humedad para germinar. «Estamos con un 94% a 95% de avance en la siembra de soja de primera y un 42% a 43% en la soja de segunda», explicó Dufour. Este progreso refleja condiciones climáticas favorables en momentos clave del ciclo de siembra. Asimismo, en los maíces de primera, se registra un avance del 97%, mientras que en los de segunda se está comenzando tras las lluvias recientes.
En cuanto a los cultivos de invierno, la cebada ha mostrado resultados mixtos. «Al principio hubo rechazos por calibre, afectados por la seca, pero ahora la situación se ha normalizado con menos rechazos que en años anteriores», señaló Dufor. Sin embargo, han surgido problemas de proteínas en la cebada, que podrían influir en su destino final. En términos de avance, la cebada industria alcanza un 72% a 73%, mientras que la forrajera se encuentra en un 87% a 88%.
El trigo, aunque afectado por lluvias previas, ha mantenido una calidad aceptable. «Pensamos que íbamos a tener más problemas de pH, pero por suerte se ha mantenido, y no hay inconvenientes significativos de calidad como DON o proteínas», afirmó Dufour. A pesar de esto, los rendimientos han sido menores que el año pasado, con un promedio de entre 4.300 y 4.500 kilos por hectárea, aproximadamente 1.000 kilos menos que en 2023.
Los precios del mercado no están acompañando las expectativas de los productores. El trigo, por ejemplo, se está cotizando entre US$ 195 y US$ 197 por tonelada en Nueva Palmira, valores que no resultan atractivos para muchos agricultores. “Muchos están embolsando su producción esperando mejores precios, aunque las necesidades financieras los llevan a vender en algunos casos”, expresó Dufour.
De cara a la campaña de verano Dufour es optimista, aunque reconoce que decisiones pasadas, influenciadas por los pronósticos climáticos, pudieron haber limitado el área de maíz de primera. «Hubo productores que ignoraron el anuncio de año Niña y sembraron, y hoy tienen maíces espectaculares», dijo. La soja, en cambio, muestra estabilidad en el área sembrada, con un ligero incremento en algunos casos.
En un balance general, Dufour calificó esta zafra como «justa», con bajos márgenes de rentabilidad, especialmente para quienes deben arrendar tierras. “La rentabilidad será baja, pero la agricultura siempre ofrece una revancha cercana. Es un año que no será malo, pero tampoco dejará mucho”, reflexionó.
Valor Agrícola Uruguay