Cada vez más seco, el río Madeira sufre el regreso de dragas gigantes de la minería ilegal
En una extensión de 100 km, embarcaciones remueven el lecho ilegalmente en busca de oro
El nivel del río Madeira, a la altura de Porto Velho, sigue bajando de una manera nunca registrada. El nivel llegó a 79 cm. Con 1,02 m, una semana antes, ya era el nivel más bajo en los últimos 57 años.
Ribeiriños que viven de la pesca y de la agricultura familiar se encontraron frente a inmensos bancos de arena.
Quienes están en la orilla del Madeira desde siempre consideran que la situación es resultado de una serie de factores, incluida la falta de lluvias. Otro problema es el acoso de la minería ilegal y las dragas que transitan en el principal afluente del río Amazonas.
Estas estructuras arcaicas remueven el lecho del río en busca de oro. La actividad ilegal forma parte del paisaje del Madeira desde hace décadas, y las dragas gigantes, equipadas con equipos para succionar y triturar piedras y barrancos, provocan una alteración agresiva de las bases del cauce del río, especialmente en el período de sequía.
Folha estuvo en la región de Humaitá (AM), a 200 km de Porto Velho, y recorrió un tramo de 100 km del río Madeira. En el trayecto, se constató la operación de 25 dragas de gran porte.
Su actuación en el Madeira, en el peor momento de sequía en la región, tiene lugar 15 días después de una operación de la Policía Federal para destruir las estructuras utilizadas en la minería ilegal.
FOLHA INTERNACIONAL