Tránsito utilizará un simulador de conducción en estado de ebriedad
Durante la feria de ingeniería deMuestra en Paysandú, fue premiada la construcción de un simulador desarrollado por estudiantes del Tecnólogo que dictan UTEC, UTU y UdelaR. El proyecto fue desarrollado en conjunto con la Dirección de Tránsito de la Intendencia de Paysandú, que es la que lo utilizará con fines de exhibición. La importancia del simulador es experimentar los problemas que se enfrentan si se conduce en estado de ebriedad, sin necesidad de haber consumido.
“Tenemos como cliente a la Dirección de Tránsito de la Intendencia de Paysandú con la cual estamos haciendo diseño e implementación de un simulador de manejo en estado de ebriedad, en este caso alcohol. Los chicos han desarrollado programación con hardware que permite simular ciertos niveles de distorsión en el manejo para sensibilizar a la población de no consumir ningún tipo de droga cuando se maneja”, explicó la coordinadora de la carrera Tecnólogo en Informática en Paysandú, Ana Iruleguy.
El director de Tránsito, Braulio Álvarez, aseguró que su Dirección aprovechará “que tenemos este desarrollo para incluirlo en la parte de educación vial en cada oportunidad que haya una feria, un evento, como un elemento más para generar conciencia”. “Lo bueno será extrapolar que lo que pasa en el simulador puede pasar en la vida real. Uno tiene la falsa percepción de que conducir alcoholizado no hace nada, no afecta. Pues experimentar a través de la virtualidad, permite comprender cuánto puede afectar. Además no hay otro simulador con este tipo de características en todo el país. La Unasev tiene algo medianamente parecido, pero es con televisores, no con virtualidad”, agregó.
INTERCAMBIO CON RAFAELA
Este trabajo recibió el primer premio por elección del público visitante, el reconocimiento más importante otorgado en Paysandú durante la 15ª edición de Ingeniería de Muestra 2023 que se realizó el 20 y 21 de octubre, organizada por la Facultad de Ingeniería de la UdelaR y su Fundación Julio Ricaldoni (FJR). Desarrollaron el proyecto Juan Pablo Peculio y Tomás y Milton Ayala. Actuaron como tutores Sonia Rocha y Marcelo Scotto. Contaron que “surgió de un intercambio con la Universidad de Rafaela, en Santa Fe. Lo que hicimos primeramente fue investigar lo que se desarrolló en Rafaela. Cuál fue el simulador, qué características tenía. Y a partir de ahí desarrollamos algo similar pero incorporando nuevas tecnologías. Se utiliza en este simulador el volante que es similar al de un vehículo, la pedalera con su freno, embrague y acelerador y la palanca de cambios para simular todo lo que es la conducción lo más realista posible”.
Luego “el software es el que genera el entorno que se aprecia con las gafas de realidad virtual, dentro de una ciudad ficticia con edificios, otros vehículos, señales de tránsito, semáforos y demás. También se incorporaron peatones que están en un estado de desarrollo todavía”. “Como novedad incorporamos lentes de realidad virtual que lo que permite visualizar todo el entorno como si estuvieras dentro del vehículo, esto es lo que te permite es un realismo muy alto, si se lo compara con un televisor. Se tuvo que investigar cómo incorporar todas estas tecnologías en el programa donde se creó la simulación”, destacaron.
Para hacer un simulador realista “obviamente previamente se tuvo que analizar, investigar. qué causa el alcohol en el cuerpo humano. Dependiendo de los grados de alcoholemia que tenga la persona al manejar hay distintos efectos. Entre ellos la distorsión de la visión, el ver doble, el desenfoque el no poder enfocar correctamente los objetos que aparecen a cierta distancia, el brillo de las luces que se torna más fuerte, que incomoda en la visión”. También “hay un celular que está siempre sonando para distraer. Porque no es solo un simulador bajo el efecto del alcohol, sino que también hay otras distracciones que al volante impiden concentración y manejo correcto”.
HACIA LA VERSIÓN DOS
Cumplida la primera versión, Ana Iruleguy sostiene que “nos gustaría ver qué posibilidades hay para poder hacer una versión dos. Que ellos continúen trabajando en este proyecto una vez que realicen la finalización académica. Que sigan interactuando con la Intendencia para poder llevarlo adelante, hasta el final”. Braulio Álvarez opinó en ese sentido que resulta probable interesar a “la Fundación Mapfre y a la Fundación Gonchi Rodríguez. No solamente la Intendencia, porque para mí esto tiene mucho potencial a nivel de todo el país”. (EL TELEGRAFO)