Tensiones y carencias: así es la alarmante realidad que viven efectivos policiales en comisarías rurales de Salto
Tras la solicitud de renuncia del Jefe de Policía de Salto, Comisario General Carlos Ayuto, por parte del Sindicato Nacional de la Policía (SIPOLNA) debido a cambios en los horarios laborales, los miembros del sindicato local han hecho llegar a CAMBIO una serie de notas gráficas para evidenciar las condiciones en las que viven los policías de la zona rural. Estas notas gráficas tienen como objetivo que desde el comando de jefatura se pueda mejorar y ampliar la comprensión de la situación que enfrentan los agentes policiales en áreas rurales, destacando la importancia de abordar adecuadamente sus necesidades y garantizar condiciones laborales óptimas para su desempeño efectivo en el cumplimiento de sus deberes.
ALARMANTE
La representante del sindicato local, Alejandra Alves, ha expuesto una situación alarmante tras realizar inspecciones en diversos destacamentos policiales. Ha constatado la carencia de camas en muchos de estos lugares, obligando a los efectivos a colocar los colchones en el suelo, se ha constatado ácaros en algunos de esos colchones. Además, ha observado que personas circunstancialmente privadas de libertad han debido dormir en estos colchones en condiciones precarias. El olor a orina impregna algunas de las camas utilizadas por los mismos efectivos policiales.
DOS LITROS PARA TODO EL MES
Al enumerar todas las seccionales, Alves ha resaltado que ninguna de ellas ofrece condiciones dignas para el descanso y bienestar de los efectivos. La situación es especialmente preocupante en seccionales como la de Pueblo Belén, que conserva estructuras muy antiguas, incluso con paredes de barro. Un aspecto crítico es la falta de suministros básicos de higiene. Alves cuestiona la decisión del Ministerio del Interior de reducir el envío de elementos esenciales, como el agua jane y el jabón líquido, a cantidades insuficientes para un mes. Anteriormente, se proporcionaban bidones con mayor capacidad que aseguraban el abastecimiento por tres meses. La responsabilidad de adquirir estos artículos recae ahora en los propios funcionarios, quienes también deben costear su alimentación diaria, sumado a los gastos para mantener a sus familias y hogares.
CAMBIO EN LA POLÍTICA
La situación no solo afecta la comodidad y salud de los efectivos policiales, sino que también impacta en su capacidad de cumplir con eficacia sus funciones. Es necesario un urgente cambio en las políticas y asignaciones de recursos para garantizar condiciones adecuadas en los destacamentos policiales, resguardando así el bienestar de quienes dedican sus vidas a proteger a la comunidad, indicó.
FALTA DE COBRO DEL SERVICIO 222
Otro tema importante es el de los boletos para funcionarios que necesitan viajar al interior del departamento. Hasta tres efectivos policiales pueden viajar sin costo en cualquier línea de ómnibus. Sin embargo, si son más de tres, se les cobra el boleto. Algunas compañías han sido generosas y permiten que más de cinco funcionarios policiales viajen sin costo. Alves mencionó que “esto puede resultar molesto para algunas empresas, ya que consideran que llevar a más de cinco personas gratis es una situación desfavorable. A esto se suma la problemática de salud mental y la falta de cobro por el servicio 222, lo que crea un contexto sumamente difícil de soportar”, concluyó Alves. (DIARIO CAMBIO)