Sebastián Sarutte, cirujano vascular de prestigio internacional, trae a la región lo último en tecnología médica

Sebastián Sarutte, cirujano vascular de prestigio internacional, trae a la región lo último en tecnología médica

Desde hace más de cinco años, todos los sábados de 9 a 10 de la mañana, Radio Tabaré ha abierto sus micrófonos a un ambicioso proyecto: el espacio radial de educación en salud. Bajo la atenta y experimentada coordinación del Dr. Miguel Villar, el programa se ha propuesto una noble tarea: la «alfabetización en salud» de la población salteña. La filosofía es clara y se sustenta en la evidencia médica: «conociendo lo que uno padece, tiene mejor evolución». En su más reciente emisión, este esfuerzo por acercar la medicina a la gente tuvo un invitado de lujo, un profesional cuyo talento y trayectoria resuenan tanto en el país como más allá de sus fronteras.

El invitado de honor fue el Dr. Sebastián Sarutte, un cirujano vascular cuya figura representa un puente entre la innovación médica de vanguardia y la calidez humana. Aunque oriundo de Mercedes, en el departamento de Soriano, Sarutte es considerado con afecto un “hijo prestado” por la comunidad de Salto. Su lazo con la ciudad no es fortuito, sino un romance personal: está casado con una salteña “de pura cepa”, hija de Lucho Balanov y Betina, quienes, en palabras del Dr. Villar, «realmente lo trajeron para Salto». Esta unión no solo enriqueció su vida personal, sino que le permitió traer a la región una destacada combinación de habilidades técnicas y virtudes humanas. Sarutte, cuya reputación como cirujano vascular ya es reconocida a nivel nacional, ostenta credenciales internacionales. Su participación en importantes congresos en París y una próxima invitación a Roma lo posicionan como una figura de referencia en su especialidad, un verdadero privilegio para el departamento.

El objetivo de la conversación fue, como lo destacó el Dr. Villar, “desayunar un poco” a la audiencia sobre un campo de la medicina que, si bien no es del todo desconocido, no forma parte de la conversación diaria: la cirugía vascular. El Dr. Sarutte, con una claridad admirable, comenzó por contextualizar su especialidad. Recordó que la cirugía vascular, tal como la conocemos hoy, es relativamente joven. La cátedra de cirugía vascular en Uruguay se fundó recién en 2011, lo que la convierte en una disciplina “nueva, nueva”. Hizo un emotivo reconocimiento a los pioneros que, como cirujanos generales, sentaron las bases. Especialmente, honró la memoria del Dr. Eduardo Palma, a quien calificó como una «estrella», un orgullo nacional que desarrolló técnicas innovadoras, como el “bypass de Palma-Esperón”, que incluso sirvieron de base para la cirugía coronaria de Favaloro, un hito en la historia de la cardiología.

Cirugía Cardíaca vs. Cirugía Vascular: aclarando conceptos

Una de las primeras dudas que el Dr. Villar puso sobre la mesa fue la diferencia entre los términos “cirujano cardiovascular” y “cirujano vascular”. El Dr. Sarutte explicó que en Uruguay las especialidades están bien diferenciadas. Los cirujanos cardíacos se dedican exclusivamente a la patología del corazón y a la parte inicial de la aorta, la arteria principal que nace en él. Esta es una cirugía “súper especializada” que se realiza en centros de medicina altamente especializada (IMAE). En contraposición, los cirujanos vasculares tienen un campo de acción mucho más amplio: se ocupan de las arterias, venas y vasos linfáticos de todo el cuerpo, desde la base del cráneo (sin adentrarse en él, lo cual es tarea del neurocirujano) hasta la punta de los pies.
Este amplio espectro de trabajo se ha visto profundamente transformado por el avance tecnológico. El Dr. Sarutte destacó la llegada de las técnicas endovasculares, a las que comparó con la laparoscopía en la cirugía general. Estas técnicas, que consisten en realizar procedimientos por el interior de los vasos sanguíneos, han permitido a los cirujanos resolver patologías de una manera menos invasiva y con un alcance mucho mayor.

Las afecciones arteriales: Un espectro de enfermedades que la tecnología ayuda a combatir

La conversación se centró luego en las enfermedades arteriales más comunes. El Dr. Sarutte enumeró y explicó en detalle tres de las más frecuentes, haciendo hincapié en la prevención:

Arteriopatías (aterosclerosis): Lo que popularmente se conoce como «placas de colesterol», la aterosclerosis es en realidad un complejo proceso inflamatorio que va engrosando y obstruyendo las paredes arteriales. Los factores de riesgo más importantes, según el especialista, son el tabaquismo y la diabetes, aunque la hipertensión arterial también juega un rol acelerador. En los miembros inferiores, esta obstrucción puede manifestarse como “claudicación intermitente”, un dolor en las pantorrillas que obliga a la persona a detenerse al caminar una distancia determinada. Si afecta las arterias carótidas, que llevan sangre al cerebro, puede ser causa de un infarto cerebral, una emergencia que puede dejar secuelas funcionales catastróficas o incluso causar la muerte. El Dr. Sarutte aprovechó para alertar sobre un cambio demográfico en la enfermedad: «Hoy Coca-Cola mata más gente que Malboro», una frase contundente que subraya el creciente impacto de la diabetes y el consumo de azúcares y harinas en la salud arterial.

Aneurismas: Definió al aneurisma como la dilatación de un vaso sanguíneo a más del doble de su tamaño normal, siendo el más frecuente el aneurisma de aorta infrarrenal. A modo de analogía, lo comparó con las “tetas” que se forman en las cámaras de los neumáticos, y advirtió que el principal peligro es la ruptura, que puede causar una hemorragia masiva y súbita. Afortunadamente, gracias al aumento del uso de ecografías y tomografías, muchos aneurismas se diagnostican hoy como “hallazgos” antes de que se compliquen, permitiendo una reparación oportuna. El Dr. Sarutte destacó que los principales grupos de riesgo son hombres hipertensos, fumadores y mayores de 60 años, e instó a realizar un ecodoppler abdominal de forma preventiva en estos casos.

 El pie diabético: Esta es una de las patologías más complejas y de mayor impacto social. El Dr. Sarutte aclaró que el pie diabético es una enfermedad multifactorial y no solo un problema arterial. Afecta las terminaciones nerviosas, provocando pérdida de sensibilidad; compromete el sistema inmune, aumentando el riesgo de infecciones; y, en su etapa más avanzada, obstruye los vasos pequeños y principales. El resultado puede ser una necrosis (gangrena) que, de no tratarse a tiempo, puede llevar a la amputación de uno o varios dedos, o incluso de la pierna entera. Sarutte subrayó que la prevención es la clave: el estricto control de la diabetes, la higiene de los pies, el uso de calzado y plantares adecuados, y las visitas al podólogo son medidas esenciales para evitar llegar a este punto crítico.

La tecnología endovascular llega a Salto: una nueva era en la cirugía de la región

Uno de los puntos culminantes de la entrevista fue la revelación de que las técnicas endovasculares ya son una realidad en Salto. El Dr. Sarutte explicó que, gracias a la inversión y el compromiso institucional del Centro Médico de Salto, el departamento cuenta con un angiógrafo de última generación, anestesistas de primer nivel y un equipo humano altamente calificado. “Esto se logra cuando se arman equipos”, subrayó con humildad, destacando que el éxito de una cirugía de alta complejidad no es obra de una sola persona.

El doctor Villar recordó la época en que las cirugías de aorta implicaban abrir completamente el abdomen, un procedimiento con grandes riesgos y una recuperación prolongada. En contraste, Sarutte describió el tratamiento endovascular del aneurisma como una cirugía que permite, a través de una pequeña incisión en la ingle, introducir una endoprótesis (un caño que se expande por dentro del vaso) para aislar la zona dilatada. Estos materiales, que tienen el costo de un automóvil, son cubiertos por el Fondo Nacional de Recursos, lo que los hace accesibles para todos los salteños. Este avance tecnológico es una auténtica revolución que permite tratar a los pacientes en su propio departamento, sin necesidad de traslados a la capital.

En la misma línea, Sarutte mencionó la Unidad de Cirugía Carotídea en Salto, que ha logrado resultados comparables a los de centros internacionales. Habló de la monitorización encefálica intraoperatoria, una tecnología que hoy sustituye al antiguo «patito de goma» que se le entregaba a los pacientes para que lo apretaran y así evaluar la tolerancia cerebral durante la cirugía. “El patito de goma existe en los libros de historia, por suerte no lo usamos más”, bromeó. La nueva tecnología permite a los anestesistas controlar minuto a minuto la presión arterial del paciente, garantizando que el cerebro reciba el flujo sanguíneo adecuado mientras el cirujano trabaja, lo que reduce drásticamente las complicaciones.

El angioacceso: Una puerta a la vida para pacientes con enfermedades crónicas
Otro aspecto crucial de la cirugía vascular que el Dr. Sarutte abordó fue la creación de angioaccesos. Explicó que esta es la forma en que los cirujanos vasculares proveen a los nefrólogos de una «puerta de entrada» de alto flujo para conectar a los pacientes con insuficiencia renal a las máquinas de diálisis. La fístula arteriovenosa nativa, creada al conectar una vena superficial a una arteria, se convierte en una vía de acceso ideal. También se utilizan prótesis de plástico para casos más complejos, garantizando que los pacientes puedan recibir su tratamiento vital. Además de la diálisis, los angioaccesos también son fundamentales para la nutrición parenteral y los tratamientos oncológicos prolongados.

Al cerrar la entrevista, el Dr. Miguel Villar lamentó la falta de tiempo para abordar la patología venosa, especialmente las várices, un tema que el Dr. Sarutte también domina con técnicas modernas. Sin embargo, no dudó en comprometerlo para un futuro programa. Concluyó la emisión con una reflexión sobre la humanización de la medicina, reconociendo que, si bien la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, el enfoque centrado en la persona y su bienestar sigue siendo el corazón de la práctica médica. La labor de profesionales como el Dr. Sebastián Sarutte, que combinan el dominio técnico con la empatía, es un testimonio de que la medicina del siglo XXI no solo busca curar, sino también cuidar.