Se prevé un año récord para la siembra de maíz, destacándose especialmente su rol clave en la rotación agrícola

Se prevé un año récord para la siembra de maíz, destacándose especialmente su rol clave en la rotación agrícola

Se espera un crecimiento del cultivo, tanto en primera como segunda, apalancado por los excelentes valores de la carne.

La zafra de maíz avanza con señales de expansión del área, tanto de primera como de segunda, y con expectativas de alcanzar un nuevo récord a nivel nacional según destacaron Felipe González, director de Procampo, y Federico Bellenda, gerente de la empresa.

Bellenda indicó que el área de maíz de primera ya está prácticamente definida, con un aumento en riego y en secano. “Es el cultivo que mejor margen sigue dando hoy en la cuenta del productor”, afirmó y remarcó que, a pocos días de comenzar la siembra de segunda, todo apunta a un crecimiento adicional del área total. También aclaró que el resultado final dependerá de factores como la distribución de las lluvias.

Desde el punto de vista del negocio, el maíz sigue posicionándose como una de las alternativas más firmes frente a otros cultivos de verano. A los precios actuales de los granos, y más allá del buen desempeño que tuvieron cultivos de invierno como colza o carinata, el maíz mantiene ventajas competitivas, impulsado además por la demanda la ganadería y lechería, explicaron González y Bellenda.

González subrayó que, según datos técnicos, una soja implantada luego de un antecesor maíz puede mejorar su rendimiento entre 200 y 300 kilos por hectárea. En un país con una baja proporción de gramíneas dentro del área agrícola, incluso con una superficie cercana a las 300 mil hectáreas, el maíz sigue representando una participación baja en los sistemas productivos.

Otro aspecto que resaltaron fue la estabilidad del cultivo, especialmente en maíces de segunda. De acuerdo con información de Fucrea presentada recientemente por el técnico Andrés Contatore, los rendimientos promedio en años Niño y Niña para maíz de segunda son muy similares, lo que refleja un piso productivo alto gracias a la mejora genética. Hoy, los rendimientos se ubican por encima de los 4.000 kilos por hectárea, con promedios cercanos a los 5.000 o 6.000 kilos, independientemente del clima.

Bellenda remarcó que, en maíz de segunda, el objetivo principal no es alcanzar picos de rendimiento, sino asegurar estabilidad. En ese marco, Procampo trabaja con dos propuestas: el KWS 1607, un híbrido granífero de alto potencial y rápida tasa de secado, con buena tolerancia al achaparramiento, y el KWS 19120, un material granífero con aptitud silera, pensado para sistemas mixtos.

Más allá de la producción, ambos coincidieron en que el crecimiento sostenido del área de maíz requiere una estrategia más amplia. Bellenda señaló que, si bien la rentabilidad y el aporte agronómico están claros, falta consolidar una “pata” vinculada a políticas de Estado que promuevan un mayor consumo interno o alternativas industriales, como etanol, biodiésel u otras cadenas de valor, que permitan formar precios.

En ese sentido, González recordó la versatilidad del maíz como cultivo, con múltiples salidas comerciales: grano seco, grano húmedo, silo de planta entera o picado, lo que le otorga flexibilidad frente a distintos escenarios productivos.

Rurales El País