Rosario Cuadro: la experta que lidera el cambio de paradigma en la medicina uruguaya

Rosario Cuadro: la experta que lidera el cambio de paradigma en la medicina uruguaya

En una nueva emisión de «Conversando y Conociendo sobre Enfermedades y su Prevención», el programa conducido por el Dr. Miguel Villar que se emite todos los sábados de 9 a 10 de la mañana por Radio Tabaré 740 AM, el foco se centró en un tema de creciente relevancia para el futuro de la salud: la humanización en la medicina. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados y la información está al alcance de todos, la relación entre médico y paciente se enfrenta a una transformación profunda. Para profundizar en este concepto, el programa tuvo el honor de recibir a la doctora Rosario Cuadro, una experta en la materia que lidera la maestría de Humanización en Salud de la Universidad Católica del Uruguay.

Cuadro, directora del Seguro Americano y con un vasto currículum forjado en instituciones de prestigio en Barcelona, España, es una voz autorizada en el país para hablar de este «nuevo» paradigma que, en realidad, se ancla en los orígenes de la medicina. A pesar de su experiencia, la doctora reconoce que su carrera como médica internista se desarrolló bajo un modelo tradicional, en el que el médico era la figura hegemónica que poseía toda la información y tomaba las decisiones de manera unidireccional. Sin embargo, el surgimiento de internet, la inteligencia artificial y el acceso generalizado a la información han cambiado las reglas del juego. Hoy, los pacientes tienen la posibilidad de informarse, participar activamente en la toma de decisiones sobre su salud y cuestionar las opciones que se les presentan.

De la medicina centrada en el médico a la medicina centrada en la persona
La doctora Cuadro subraya que la humanización va más allá de ser «más humano» en el trato. Se trata de una forma de atención que pone en el centro a la persona, considerando al paciente, a su familia y a los propios profesionales de la salud.

«Cuando nosotros empezamos a prestar atención en la asistencia a todas las personas que integran el sistema, cuidando que todas las partes de ese sistema funcionen bien, ahí nos está empezando a ir un poco mejor», afirma Cuadro.

Para ella, la clave de este nuevo enfoque radica en las habilidades vinculares. Estas capacidades, que permiten una conexión genuina entre el médico y el paciente, son terapéuticas en sí mismas. Aunque algunos nacen con una mayor facilidad para conectar, la doctora insiste en que estas habilidades se pueden enseñar, aprender y perfeccionar a lo largo de toda la vida. Por ello, la humanización no es un simple rasgo de la personalidad, sino una competencia fundamental que todo profesional de la salud debe desarrollar.

Más allá de la consulta: El entorno y la estructura también importan
Un aspecto clave en la humanización de la salud, a menudo subestimado, es el entorno físico donde se brinda la atención. La doctora Cuadro enfatiza que la infraestructura edilicia, aunque no siempre se puede modificar por completo, juega un papel crucial. Un entorno amable y confortable contribuye significativamente al bienestar del paciente.

«Aquellos pacientes alojados en habitaciones que miran hacia los jardines, donde entra la luz, donde a veces hay cursos de agua pasando, sanan más rápido y mejor que aquellos que están en habitaciones internas, grises», señala.

Este enfoque se extiende incluso a las salas de internación infantil, donde la ambientación con colores y dibujos busca conectar a los niños con su edad y calmar su ansiedad. La humanización también permite que los pacientes se apropien del espacio, llevando consigo objetos significativos —una foto de la familia, un dibujo de los nietos— que les ayuden a crear un ambiente más hogareño y menos despersonalizado, incluso en un CTI.

La fragmentación de la atención: Un desafío a superar
La complejidad de la medicina moderna ha llevado a una especialización cada vez mayor, lo que a menudo resulta en la fragmentación de la atención. El paciente ya no es visto como un todo, sino como un conjunto de problemas específicos que son atendidos por diferentes especialistas. Esto puede generar una sensación de desamparo y desvinculación.

La doctora Cuadro coincide en que esta fragmentación es un problema real, y destaca la importancia de una comunicación fluida no solo entre médico y paciente, sino también entre los propios profesionales de la salud. La historia clínica electrónica, aunque es una herramienta valiosa, no reemplaza la conversación directa.
«Ese contacto interhumano es valioso respecto al médico con el paciente, pero es igualmente valioso entre quienes estamos trabajando para que a ese paciente le vaya bien», afirma.

La comunicación interprofesional previa a una derivación, por ejemplo, puede allanar el camino y asegurar que el paciente se sienta cuidado y acompañado en todo el proceso. Sin embargo, la doctora reconoce que las dificultades del sistema, como los largos tiempos de espera para una consulta, son un «enorme karma» que afecta la continuidad asistencial. En este sentido, la telemedicina surge como un aliado para agilizar ciertos procesos y ofrecer soluciones en contextos donde la presencia física de especialistas es limitada.

La empatía en las malas noticias: Una habilidad que se aprende
Uno de los momentos más delicados y difíciles en la práctica médica es la entrega de malas noticias. La doctora Cuadro insiste en que, a pesar de que es un tema que causa mucha angustia en los profesionales, existen estrategias para hacerlo de la mejor manera posible.

Para la experta, el proceso de dar malas noticias debe ser planificado y llevarse a cabo en un ambiente adecuado, con un lenguaje amable y accesible. Es fundamental que la información sea veraz, oportuna y necesaria. Además, sugiere que el profesional no esté solo al dar la noticia, ya que esto le brinda apoyo.

«A veces la gente le gustan los tips. Quizás son algunos tips que uno ha aprendido, de que han ayudado. Planificar para mí la reunión es un elemento clave», aconseja.

En este sentido, la formación de los médicos no puede depender únicamente de la vocación, sino que debe incluir el desarrollo de estas habilidades de comunicación. Afortunadamente, se están dando pasos importantes en Uruguay. A nivel curricular, la UDELAR ha incorporado la humanización como materia optativa, y la Universidad Católica del Uruguay ha dado un paso más allá con la creación del máster en Humanización de la Salud.

El Máster en Humanización: Un espacio para todos
El máster en Humanización de la Salud, dirigido por la doctora Cuadro, es una iniciativa para capacitar a los profesionales que no tuvieron una formación específica en estos temas. El posgrado está abierto a una amplia gama de profesionales con título de grado que trabajen con pacientes, incluyendo médicos, enfermeros, odontólogos, psicólogos y asistentes sociales.

«Es un máster donde no vamos a hablar de biología, no vamos a hablar de fármacos, vamos a trabajar sobre todo con todos estos elementos que tenemos que tener de herramientas vinculares», explica la doctora.

La maestría, que tiene una duración de dos años, incluye módulos sobre comunicación, gestión emocional y el impacto de la tecnología, así como un trabajo de fin de máster que se aplica directamente en el sistema de salud. Con un formato presencial de un fin de semana al mes en Montevideo, el máster busca fomentar el intercambio y la conexión entre profesionales de diferentes áreas, enriqueciendo así la experiencia y el aprendizaje.

La doctora Cuadro concluyó la entrevista con un mensaje de optimismo, reconociendo los desafíos del sistema de salud pero destacando que, al detectar los problemas y trabajar en soluciones como la humanización, el futuro de la atención médica en Uruguay se vislumbra más prometedor para todos: pacientes y profesionales por igual.