Regreso a clases y costo de la canasta escolar: un desafío para las familias

Regreso a clases y costo de la canasta escolar: un desafío para las familias

El próximo miércoles 5 de marzo, miles de niños uruguayos retornarán a las aulas en la educación pública. Con la fecha cada vez más cerca, las familias enfrentan uno de los gastos más significativos del comienzo del año: la compra de la canasta escolar. Desde los útiles hasta la indumentaria, el desembolso puede representar un desafío para muchos hogares, especialmente en un contexto de inflación y ajustes presupuestarios. La lista de materiales varía según el grado, pero hay algunos elementos básicos que todo escolar debe llevar. Entre ellos se encuentran: Mochila: entre $800 y $3.000. Cuadernos, cuadernolas y libretas: entre $50 y $300 cada uno. Lápices, lapiceras y goma de borrar: $50 a $200 por unidad. Tijera, adhesivo y reglas: entre $150 y $400. Cartuchera: entre $300 y $1.200. Juegos de colores (lápices y fibras): entre $400 y $1.000. Forros para cuadernos y etiquetas: entre $200 y $500. Túnica: entre $800 y $1.500. Moña: entre $150 y $600. A estos elementos se suman libros de lectura sugeridos, cuadernolas adicionales y otros materiales específicos que puedan solicitar los docentes. Además, las escuelas pueden pedir insumos extra como materiales didácticos, cartulinas, plastilina y carpetas, lo que eleva aún más el costo.

¿Cuánto cuesta la canasta escolar?

El costo de la canasta escolar puede variar según dónde se realicen las compras. Pero en general, el precio de los útiles esenciales ronda entre $3.500 y $5.500 por niño, dependiendo de la calidad y la marca de los productos, sin contar lo que cuestan la túnica y la moña. En total, el gasto para un hogar con más de un hijo en edad escolar puede ascender a cifras considerables, lo que representa un esfuerzo importante en el presupuesto familiar. Si se incluyen otros rubros como calzado y vestimenta, el monto puede superar los $7.000. Esta cifra puede incrementarse si se deben comprar dispositivos electrónicos como tablets o calculadoras, herramientas cada vez más utilizadas en el ámbito educativo. Además, hay que considerar el costo de la alimentación escolar. Si bien las escuelas públicas ofrecen el sistema de comedor o viandas, muchas familias optan por enviar meriendas desde casa. Los precios de alimentos básicos como galletas, yogures y frutas aumentaron en el último año, lo que también impacta en la economía doméstica.

Alternativas para aliviar el gasto

Ante este panorama, muchas familias buscan opciones para reducir costos. Como comprar en ferias o librerías que ofrecen descuentos especiales por pago en efectivo o compra al por mayor. También, reciclar materiales del año anterior, como mochilas, cartucheras o cuadernos parcialmente usados; aprovechar programas de entrega de útiles gratuitos a familias de bajos recursos; optar por marcas económicas y productos genéricos, en lugar de primeras marcas; comprar de forma anticipada para aprovechar liquidaciones y descuentos especiales que algunas tiendas ofrecen fuera de temporada; compartir compras con otros padres para acceder a descuentos por volumen en algunos comercios; priorizar adquisiciones en supermercados mayoristas, donde algunos productos pueden conseguirse a precios más bajos en comparación con librerías tradicionales. Otra estrategia que muchas familias utilizan es la compra escalonada, distribuyendo la obtención de útiles en los meses previos al inicio de clases. De esta manera, el gasto no se concentra en un solo momento y resulta más manejable dentro del presupuesto familiar. El inicio de clases representa el regreso a la rutina escolar y un desafío financiero para muchas familias. Con planificación y búsqueda de alternativas, resulta posible afrontar este gasto de manera más llevadera, garantizando que los niños comiencen el ciclo escolar con todo lo necesario para su educación. Además, fomentar el uso responsable de los materiales y enseñar a los niños a cuidar sus útiles puede contribuir a reducir costos en los años siguientes. De cualquier modo y más allá de los costos, la vuelta a clases es un momento especial para los niños, marcado por la expectativa de reencontrarse con sus compañeros y comenzar un nuevo ciclo de aprendizaje. Lograr que ese regreso se dé con todo lo necesario es un esfuerzo conjunto entre familias, comunidades y el sistema educativo.

EL TELEGRAFO