Recomiendan realizar ecografías ovinas para priorizar mejores preñeces
La ecografía es un método sencillo de diagnóstico de gestación y carga fetal, que no sólo determina qué ovejas están gestantes sino la cantidad de fetos que tiene cada una: preñeces simples o múltiples. Además, realizada en el momento adecuado, permite ajustar el manejo nutricional hacia adelante de manera de poder atender de forma diferencial aquellas ovejas de mayores requerimientos.
En diálogo con El País, Sergio Fierro, Coordinador del Área de Investigación y Desarrollo del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), explicó que las ecografías brindan dos datos: si la oveja está preñada o vacía; y si tiene, o no, preñeces múltiples.
De no haber algún problema reproductivo, la fertilidad en las majadas siempre es alta -arriba del 90%-. Sin embargo, “lo novedoso” de las ecografías es la información sobre la cantidad de preñeces múltiples y ovejas falladas.
“En un sistema más intensivo, con menos espacio y más uso de insumos, retirar la oveja fallada es importante. La clave es realizarla en el momento adecuado y qué hacemos con la información que nos aporta”, indicó el técnico del SUL especializado en temas de sanidad y reproducción que cubre la zona norte del país.
Para las encarnadas de otoño -período de servicio de 37 a 40 días de servicio- la ecografía debe realizarse de 30 a 60 días del retiro de los carneros; o bien, de 70 a 100 días de iniciados los servicios.
Así se tendrá un diagnóstico correcto, certero y una edad gestacional adecuada. En ese sentido, señaló que cuanto más grande es la edad gestacional, el error empieza a aumentar: “A los 100 días ya es difícil diferenciar si hay uno, dos, tres o hasta cuatro corderos”.
Las ecografías se realizan vía abdominal, con la oveja sentada o parada en el tubo, brete o cepos específicos facilitan la tarea. Eso es un cambio de paradigma que facilita la adopción de tecnología, porque minimiza los recursos humanos que requiere la ecografía.
La clave de todo está en ver qué hacemos con la información que esto aporta. Después de culminar la ecografía se va a tener datos de ovejas gestantes: múltiples o no gestantes. Con eso, se puede hacer lotes de parición, porque podemos calcular la fecha de parición.
Además, la herramienta permite priorizar las preñeces por el estado corporal de la majada: “Priorizar las ovejas de carga múltiple, que tienen más requerimientos gestacionales y de lactación frente a ovejas de estado corporal bajo. Esto ayuda a hacer un mejor manejo de los recursos humanos y nutricionales porque no es lo mismo suplementar el 20% de la majada que suplementar a todas las ovejas”.
Finalmente, si bien recién están comenzando a realizarse las ecografías de las encarneradas de otoño, adelantó que en la zona norte, con biotipos más laneros y base campo natural, “no se ha visto nada extraño en fertilidad”.
“Viene normal, como todos los años. Quizás más abajo en borregas, atado a la sequía del verano que llegaron a un tamaño menor”, dijo.
A su vez, indicó que de los servicios de marzo, se ha visto un poco menos de mellizos frente al año anterior, a pesar de que, en general, la oveja pasa mejor en seca, pero depende de qué tan drástica sea.
Finalmente recomendó tener la precaución de coordinar los trabajos con tiempo, ya que como los servicios se concentran en otoño, las ecografías se hacen en invierno y es clave realizarlas en el momento adecuado.
A su vez, recordó asociar el manejo reproductivo ajustando también la parte sanitaria y nutricional, sobre todo, teniendo en cuenta que salimos de un otoño desafiante en la parte de parasitosis e infecciones podales.
Fuente: Rurales El País