Raquel Arocena pidió que sus cenizas sean esparcidas junto a su hijo en Los Andes
La madre de Gustavo Nicolich murió este martes a los 97 años. Era la última madre viva de los protagonistas de la tragedia en la cordillera.
Tras la muerte de Raquel Arocena, fundadora de la Biblioteca Nuestros Hijos y madre de Gustavo Nicolich, quien falleció en la Cordillera de los Andes en el alud que sepultó el fuselaje del avión el 29 de octubre de 1972, fue homenajeada en una misa en el Parque del Recuerdo (ubicado en la ruta 101 en dirección a Pando).
Del homenaje, que se decidió fuera reservado y con poca gente, participaron familiares, amigos y algunos de los sobrevivientes de la tragedia de los Andes.
En diálogo con Montevideo Portal, Gustavo Zerbino comentó que además del cura, habló en la misa él, una nieta, un nieto y una sobrina de Arocena de Nicolich, que falleció este martes a los 97 años de edad.
“Es una época. Se acaba toda una generación. Era la última madre de Los Andes. Ya no queda ningún padre ni ninguna madre. Es todo un legado de esa generación que nos dio vida a todos nosotros”, reflexionó Zerbino sobre los sobrevivientes y también los que perdieron la vida en la montaña tras el accidente aéreo que ocurrió el 13 de octubre de 1972.
A su vez, Zerbino informó a Montevideo Portal que el pedido de Raquel Arocena de Nicolich fue que su cuerpo sea cremado “para que las cenizas las tiren en la tumba donde está su hijo, en el Valle de las Lágrimas”, ubicado a cuatro mil metros de altura en el centro de la Cordillera de los Andes, en la frontera entre Chile y Argentina.
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