Pablo Bonet: Un nuevo amanecer para la cultura de Salto
En diálogo en “Propuesta Diferente” por Radio Tabaré, Pablo Bonet, reconocido edil y ahora futuro integrante del gabinete de la Intendencia de Salto, compartió sus visiones y desafíos para revitalizar la cultura del departamento. Con una pasión palpable por el arte y el patrimonio, Bonet se prepara para asumir un rol crucial en un área que, según sus propias palabras, ha sido «desatendida» y requiere una «urgente profesionalización».
Un desafío personal y profesional
Pablo Bonet, con una década de experiencia como edil, se enfrenta a un nuevo y significativo desafío. “Es un desafío diferente, nunca había… fui diez años edil, pero bueno, son tareas totalmente diferentes y dentro de un área que me gusta mucho y que le voy a poner todas las ganas”, afirmó. Su entusiasmo es evidente, y su compromiso va más allá de un simple puesto. “No vamos a asumir un cargo, no aceptamos un cargo para, como le he dicho a otro lado, para calentar asiento. Vamos a estar recorriendo y solucionando muchos temas en todas las dependencias que tienen que ver con el área de la cultura y la intendencia”, enfatizó.
Bonet tiene como objetivo principal «promover y apoyar muchas actividades que tienen que ver con el ámbito privado de la cultura» y, lo más importante, «ir poniendo de vuelta la cultura de Salto en el lugar que nunca debió salir».
Diagnóstico de la situación actual: Desidia y falta de gestión
Al ser consultado sobre lo que más le preocupa y lo que considera que debe incorporarse urgentemente en la cultura de Salto, Bonet fue contundente: “Lo que tenemos que incorporar más urgente es trabajo de parte de los responsables y los jerarcas de la Intendencia”. Sus visitas a diversas dependencias del área cultural le han revelado una «gran voluntad de los funcionarios con proyectos, con ideas, con voluntad, con con trabajo”, pero una marcada ausencia de «gestión y trabajo» por parte de las autoridades anteriores.
Una de las revelaciones más impactantes de Bonet fue el hallazgo de una “gran desidia por parte de quienes han establecido las políticas de cultura a nivel principal”, señalando directamente al Intendente, al Secretario y al Director o Directora del área de la cual dependía la cultura. Explicó que la cultura “dejó de ser una dirección y pasó a ser una dependencia de una dirección de otra dirección de la Intendencia”, lo que resultó en una falta de prioridad y de recursos para los coordinadores culturales. «El intendente no priorizó la cultura para Salto, no lo hizo», sentenció.

El compromiso con los funcionarios y la profesionalización
A pesar del desalentador panorama inicial, Bonet encontró una «gran esperanza» en los funcionarios. «He encontrado y conversé con muchos funcionarios que tienen la camiseta puesta», afirmó. Su visión es clara: no busca simplemente empleados, sino «funcionarios que sientan la cultura como propia, que trabajen con el cuerpo, con la cabeza y con el alma en el área de la cultura. Gente comprometida, gente que no vaya solamente para llegar a fin de mes y cobrar sus sueldos, sino que sienta que su trabajo es algo importante para toda la sociedad».
Bonet se compromete a mejorar las condiciones laborales de los funcionarios municipales, tanto artistas como administrativos, para que puedan realizar su trabajo de la mejor manera. Incluso, destacó con asombro y admiración que «hay funcionarios que han utilizado recursos de su sueldo para tratar de solucionar problemas urgentes dentro de diferentes áreas», una muestra del profundo compromiso que observa en el personal.
Para abordar los desafíos, Bonet planea «profesionalizar muchas áreas» y buscar «expertos» en diversos campos. Citó como ejemplo la compleja climatización del Teatro Larrañaga, donde no se trata solo de instalar aires acondicionados, sino de «traer personas que sean expertas en climatización de salas» para no afectar la estructura ni la eficiencia. «No somos todos sabedores de todo. Nosotros vamos a ser gestores del área de la cultura», explicó.
Museos: Entre el cierre y la esperanza de modernización
Uno de los puntos más críticos que abordó Bonet fue la situación de los museos de Salto. Reveló que dos museos están completamente cerrados:
Museo del Hombre y la Tecnología: Cerrado hace dos años y medio, «en obras», pero «nunca se hizo nada. Todo lo contrario, se dejó caer el museo».
Museo Arqueológico: Cerrado hace más de cinco años, a pesar de contar con personal capacitado y acumular una gran cantidad de materiales arqueológicos.
Además, mencionó el estado de otros museos:
Museo Gallino (Ex Museo Bellas Artes y Arte Decorativa): Se encuentra «bastante bien» gracias al trabajo de sus funcionarios y un grupo de amigos del museo.
Museo del Teatro Larrañaga: Un pequeño espacio que necesita ser «modernizado, mejorado, arreglado».
Museo Prati: Ubicado en la biblioteca municipal, sus esculturas fueron retiradas debido a que «los vidrios de la claraboya están rotos y llueve como afuera».
Museo de Horacio Quiroga (en la vieja escuela 78): Funciona bien internamente, pero la estructura del frente y la jardinería están «muy venidas a menos».
Bonet subrayó que la reapertura de los museos cerrados no será una solución rápida, sino que se aprovechará la situación para «modernizarlos y presentar a la población al plazo más corto posible los museos modernos y como son ahora a nivel mundial». Respecto a las piezas y colecciones, se están revisando los inventarios y se dejará constancia de la situación en que se reciben.
El camino a seguir: De la queja al trabajo incansable
Para finalizar, Pablo Bonet delineó las dos etapas fundamentales de su gestión. La primera, que ya está llevando a cabo y continuará en los primeros días después de asumir, será «contar, decir y mostrar cómo está la situación en el área de cultura de la Intendencia». Sin embargo, esta fase será breve. “Voy a utilizar pocos días para eso porque después vamos a dejar de quejarnos o de criticar lo que sucedió porque vamos a empezar a trabajar fuertemente y eso es algo importante porque es lo que ha faltado estos últimos diez años: trabajo”, concluyó con firmeza.