Navidad tranquila en Salto: cae el uso de pirotecnia sonora y crece la preferencia por fuegos silenciosos
En Salto, la normativa vigente restringe de forma estricta el uso de pirotecnia de alto impacto sonoro, permitiendo únicamente artefactos que no superen los 80 decibeles (dB), según lo establece el Decreto 7291/2021 de la Junta Departamental. A nivel nacional, la Ley 20.246 prohíbe la comercialización de productos que excedan los 110 dB y promueve el uso de pirotecnia silenciosa.
Para conocer la situación en el departamento durante esta Navidad, CAMBIO entrevistó a Nicolás, vendedor autorizado de pirotecnia en el barrio Parque Solari. Señaló que las ventas disminuyeron de manera significativa: el año pasado alcanzaron en su puesto de venta aproximadamente los 25 mil pesos, mientras que este año apenas llegaron a 16 mil pesos. Según su percepción, esta baja no se debe al temor a sanciones por utilizar pirotecnia no permitida, sino a la falta de dinero circulante.
BARRIO CERRO
Héctor, vecino del barrio Cerro de Salto, comentó que durante esta Navidad se percibió una notoria disminución del ruido provocado por la pirotecnia. Señaló que, en comparación con años anteriores, el uso de fuegos artificiales fue considerablemente menor, lo que generó un ambiente más tranquilo en la zona. Indicó además que esta diferencia fue especialmente evidente a la medianoche, momento en el que tradicionalmente se escuchaban explosiones de mayor intensidad.
Otra residente del Cerro, Lauren, expresó que, si bien se utilizaron numerosos fuegos artificiales, predominó la pirotecnia de colores y efectos visuales. Afirmó que el cielo se iluminó con tonalidades muy atractivas tanto en su barrio como en la zona céntrica de Salto, pero sin los ruidos molestos que solían caracterizar años anteriores. En su opinión, fue una Navidad particularmente tranquila en cuanto a impacto sonoro.
Por otro lado, Marcelo, vecino de Salto Nuevo, señaló que en su barrio prácticamente no se escuchó pirotecnia. Al igual que otros consultados, consideró que la falta de dinero y los precios actuales de los fuegos artificiales podrían ser factores determinantes en la baja utilización. Ante este escenario, los vendedores consultados por CAMBIO manifestaron que mantienen sus expectativas puestas en lo que pueda ocurrir el próximo 31 de diciembre, una fecha que tradicionalmente presenta un movimiento y un nivel de ruido mucho mayor que el del 24.
OBJETIVO
Los objetivos de esta normativa apuntan principalmente a proteger a los sectores más sensibles al ruido. Entre ellos se encuentran las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), quienes suelen experimentar altos niveles de ansiedad y estrés ante los sonidos intensos e inesperados. También se busca resguardar a los adultos mayores y a los bebés, que pueden verse afectados por el impacto sonoro y sufrir alteraciones en el sueño o sobresaltos bruscos. Además, la regulación contempla el bienestar de los animales domésticos que suelen padecer miedo, desorientación e incluso daños físicos debido a la pirotecnia ruidosa. En conjunto, estas medidas buscan promover celebraciones más seguras, inclusivas y respetuosas para toda la comunidad.
DIARIO CAMBIO