Movimiento Pro-Vida advierte sobre los riesgos de la ley de eutanasia
En comunicación con CAMBIO, Alexandra Bozzo, integrante del Movimiento Pro-Vida de Salto, se refirió a la ley de eutanasia que se estará votando el 5 de agosto, citando fundamentos de la organización “Vida Humana Internacional”.
Bozzo expresó que la eutanasia consiste en matar a una persona con el pretexto de aliviar su sufrimiento. El objetivo no es eliminar el dolor, sino al paciente. Estos fundamentos sostienen que, en Uruguay, como en otros países, se está promoviendo una “cultura de la muerte”, una ideología que impulsa la eliminación de quienes son considerados como personas con “baja calidad de vida”, o como una carga u obstáculo para el placer, el poder o el dinero.
Desde esta perspectiva, los promotores de la eutanasia sustituyen la dignidad absoluta e intrínseca del ser humano por un concepto relativo de calidad de vida. Implica que, si alguien no es autónomo o no contribuye activamente a la sociedad, su vida pierde valor. En ese sentido, permitir la ley de eutanasia equivaldría a clasificar a las personas, quitándoles el valor inherente que poseen por su sola condición humana.
COMPROMISO ÉTICO
Además, afirmó que legalizar la eutanasia es una violación al Juramento Hipocrático que realizan los médicos, el cual implica un compromiso ético de no dañar, ni mucho menos ayudar al paciente a morir o enseñarle cómo hacerlo. La misión del médico debe ser acompañar al enfermo, aliviar su dolor con tratamientos adecuados y ofrecer cuidados paliativos.
Explicó que los cuidados paliativos están destinados a hacer más llevadera la etapa final de la vida, no solo mitigando el dolor físico, sino también el sufrimiento emocional, especialmente el temor al abandono. Lo que más temen las personas al final de la vida, no es el dolor físico, sino sentirse solos, marginados por sus familias y por la sociedad. Por ello, sostuvo que todas las instituciones médicas deberían contar con servicios integrales de cuidados paliativos accesibles para todos los ciudadanos.
Bozzo alertó sobre el riesgo de que la sociedad pierda el sentido del valor incondicional de la vida humana. «Si dejamos de valorar a la persona por el simple hecho de serlo, también perderemos la capacidad de amar incondicionalmente», advirtió. Planteó que este tipo de mentalidad podría llevar a la desvalorización de la vida, afectando a las futuras generaciones, al transmitirles la idea de que la vida es descartable.
PERDER LA HUMANIDAD
Uruguay tiene la tasa de suicidios más alta de América Latina y una de las mayores del mundo, siendo además la principal causa de muerte en adolescentes entre 15 y 19 años, según datos oficiales.
Para finalizar, Bozzo sostuvo que una sociedad que no es capaz de proteger y servir a sus miembros más frágiles ha perdido su humanidad. Por eso, considera que la promoción de la eutanasia y del suicidio asistido debe ser refutada por todos los medios legítimos posibles, ya que representa una amenaza para el valor esencial de la vida humana.
DIARIO CAMBIO