Merendero “sumando esperanzas”: comenzó con 15 niños hoy son 95 y 360 comensales
El domingo 27 de marzo se cumplieron 2 años de la creación del merendero “Sumando Esperanzas”, este surgió ante la necesidad de muchos niños y vecinos de los alrededores, a través del apoyo del barrio nació esta iniciativa conjuntamente con la olla solidaria, al principio fueron 15 niños y 50 comensales.
Rosalía Rodríguez, promotora de esta actividad, dijo a CAMBIO que no fue todo color de rosas porque pese a las dificultades los vecinos siempre fueron a buscar sus alimentos, es un mensaje permanente que existe necesidad y que muchas personas tienen como único alimento lo que reciben en los comedores, merenderos y ollas populares.
En la actualidad el merendero cuenta con 95 niños y 360 comensales, 12 madres de niños usuarios del merendero son las colaboradoras, muchas de ellas se trasladan desde lejos y de distintos barrios para ayudar, destacó la importancia del apoyo familiar y de vecinos ya que en estos 2 años la olla nunca dejó de funcionar.
La característica diferente es que participan de las actividades llevadas adelante por el merendero, psicólogas y funcionarios de la oficina de la juventud de la intendencia, donde promueven actividades como “escuelitas para niños” y acciones lúdicas, donde participan todos los presentes.
Rodríguez indicó que es una actividad que nació para continuar, porque cada vez hay más necesidad en Salto, y esta acción se hace imprescindible para muchas personas, vienen del barrio Burton, Umpierre, Caballero, Don Atilio, del barrio Progreso, Sofildo Piñeiro, esto es una señal muy clara que las necesidades son muchas y las personas buscan encontrar una solución para sí y para su familia.
Al merendero se le sumó la olla popular y ahora ante las proximidades del invierno el Ropero Solidario donde las personas pueden donar cualquier tipo de ropas que serán entregados a los más necesitados.
LA CRUELDAD DE LA PANDEMIA
Los 2 años de pandemia marcaron con dureza la situación de las familias que se quedaron sin su fuente laboral, sin sus ingresos pecuniarios y además debieron arriesgar su vida para poder obtener la alimentación de su familia, cuando en todo el país se aconsejaba a quedarse en casa para no contagiarse y no contagiar a la familia, muchas personas tenían como único alimento el que levantaban en la olla y en el merendero, fue un estímulo para no dejar de trabajar ni aún en esos momentos que realmente fueron muy tristes, en esa época se formó un equipo para hacer canastas de alimentos y entregarle a las familias más necesitadas agregó Rosalía Rodríguez.
El merendero y la olla solidaria es la esperanza de muchos salteños necesitados que esperan todos los días una solución, laboral, de vivienda, de bienestar, de salud, sobre todo en esta época que se acerca el invierno y que se presagia será muy frío. (DIARIO CAMBIO)
