Matías Carambula, el subsecretario de MGAP en Salto: un compromiso con el sector y sus desafíos

Matías Carambula, el subsecretario de MGAP en Salto: un compromiso con el sector y sus desafíos

El subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Matías Carámbula, realizó una importante visita a Salto, cargada de una agenda que reafirma el compromiso del Ministerio con las problemáticas locales y la articulación entre los diferentes niveles de gobierno y los actores del sector agropecuario.

Participación en el Congreso Nacional de Ediles y acercamiento a gobiernos departamentales

Uno de los principales motivos de la presencia de Carámbula en Salto fue su participación en el Congreso Nacional de Ediles. El subsecretario enfatizó la importancia de que el Ministerio esté presente en este tipo de instancias para fortalecer la cercanía con los gobiernos departamentales. Resaltó que un gran número de temas vinculados al sector agropecuario y a la población rural se gestionan a nivel departamental, lo que hace crucial la coordinación y el diálogo entre el Ministerio y los ediles, quienes son los legisladores departamentales. Esta participación busca asegurar que las políticas nacionales resuenen y se adapten a las realidades específicas de cada región.

Impacto de las heladas: escucha activa a productores y búsqueda de soluciones

Un tema de gran relevancia en la agenda de Carámbula fue la afectación que sufrieron los productores locales a causa de las heladas ocurridas a principios de julio.

Además de los informes técnicos ya recibidos por la Dirección Departamental del Ministerio en Salto, el subsecretario se reunió directamente con productores y organizaciones del sector. El objetivo fue escuchar sus planteamientos, aportes y sugerencias de primera mano.

«Recibimos mucho aporte, comentarios, muchas sugerencias. Bueno, la realidad de muchos de ellos en lo que fue la afectación de las heladas en términos de producción, de producto, de trabajo», afirmó Carámbula. Esta interacción ha permitido definir una agenda de temas para trabajar en conjunto con la Dirección Departamental de Salto y otras instituciones, con el fin de encontrar soluciones que mitiguen los efectos de este fenómeno climático.

En cuanto a posibles ayudas para los fruticultores damnificados, Carámbula explicó que se están evaluando varias líneas de acción. Una de ellas es la coordinación con otros entes estatales como el BPS, el Banco República y las Intendencias, para flexibilizar o postergar pagos y tributos. Esto, espera el Secretario, aliviará la presión económica a corto plazo sobre los productores afectados.

Sin embargo, Carámbula reconoció las limitaciones presupuestales del Ministerio para un apoyo económico directo. El Fondo Agropecuario de Emergencia (FAE), diseñado precisamente para este tipo de situaciones, no cuenta con recursos hasta 2027 debido a su sobre-ejecución a raíz de la sequía. A pesar de esta dificultad, el Ministerio está explorando otras vías para intentar compensar, al menos parcialmente, las pérdidas económicas que han sufrido los productores de Salto.

Cercanía con funcionarios y preocupación por la industria de la carne

La agenda del subsecretario también incluyó un encuentro con los funcionarios del Ministerio en Salto y con la dirección departamental. Carámbula destacó la importancia de escuchar sus inquietudes y problemáticas, reconociendo la valiosa labor que desempeñan para el Ministerio, el país y los productores, a pesar de enfrentar dificultades como la falta de personal o limitaciones de movilidad. El Secretario enfatizó que los funcionarios son quienes «tienen la responsabilidad de sostener más allá de los tiempos políticos el Ministerio y la función del Ministerio».

Posteriormente, Matías Carámbula se reunió con trabajadores de la industria de la carne, un sector que atraviesa un momento complejo en Salto, con plantas cerradas y numerosos trabajadores en seguro de paro.

El subsecretario subrayó la relevancia de escuchar sus planteamientos y conocer de cerca su difícil situación.

Desafíos de la industria frigorífica: más allá de la competitividad

La situación de la industria frigorífica fue un punto central de la discusión. A pesar de los precios récord y la creciente diversificación de mercados para la carne uruguaya, varias plantas se encuentran cerradas, afectando a más de mil trabajadores en todo el país. Carámbula señaló que la problemática es compleja y va más allá de los argumentos tradicionales sobre la falta de competitividad.

Si bien reconoció la existencia de grandes empresas, muchas de capital internacional, que operan eficientemente, también admitió que varias empresas nacionales enfrentan graves problemas de gestión, dificultades con el crédito y un elevado nivel de deuda. «Con la deuda que tienen es muy difícil poder levantarla», sentenció, sugiriendo que la situación es estructural para muchas de estas empresas, sumado a la necesidad de realizar altas inversiones para modernizar las plantas.

Carámbula enfatizó que no se trata solo de errores de gestión empresarial, sino también de otros factores como la gestión de recursos humanos y la posible sobredimensión de la mano de obra en relación al producto manejado. «Es un problema profundo, no de ahora, yo creo que una acumulación del tiempo probablemente de errores también en términos gestión empresarial», sostuvo.

El jerarca instó a todo el sistema político, organizaciones, empresas y trabajadores a pensar en una industria cárnica nacional con un gran potencial de crecimiento a mediano y largo plazo, en lugar de aplicar «parches» que no resuelven el problema de fondo. La concentración de la industria y la afectación que esto genera en las localidades donde cierran las plantas, con la consecuente pérdida de empleos y el aumento de costos de flete para los productores, son preocupaciones latentes que el Ministerio busca abordar.

Lechería y la concentración del capital

La discusión sobre la competitividad se extendió a otros sectores, como la lechería, donde también se observan cierres de cooperativas y dificultades en plantas procesadoras. Carámbula se mostró cauto al atribuir estas problemáticas únicamente a la falta de competitividad por costos de producción, energía o laborales.

«Yo no creo que los precios internacionales de la carne vendida y con la diversidad de opciones de mercados que hay, las razones de que alguna empresa esté encerrada, que algunos frigoríferos estén cerrados, sea un tema de competitividad y asociado, como muchas veces se plantea, tema laboral», afirmó, sugiriendo que los niveles de deuda de las empresas son un factor más determinante.

En el caso de la lechería, si bien existe un estancamiento en la producción, Carámbula señaló que la concentración del capital y de la producción es un proceso natural del sistema. Las empresas más grandes, con mayor «espalda económica», logran sortear mejor los períodos de bajos precios o sequías, acumulando deuda en empresas más pequeñas que no pueden sostenerse en el tiempo. La historia de empresas como Calcar, Coleme o Pilu es una muestra de que los problemas no surgen de un año para otro, sino que son resultado de una acumulación de dificultades.

Caminería rural: un compromiso de articulación

Otro tema de gran preocupación para el sector agropecuario nacional es la caminería rural. Si bien el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca no tiene competencia directa en esta materia, Matías Carámbula lo asume como un compromiso para este período. La intención es lograr una mayor articulación con los gobiernos departamentales, municipales y el Ministerio de Transporte.

La meta es facilitar convenios que permitan no solo mejorar la caminería rural, sino también la caminería interna de los predios, un aspecto crucial para la lechería y otras producciones. Se están explorando acuerdos con Intendencias y organizaciones para llevar adelante programas y proyectos en este sentido. Respecto a la participación de quienes utilizan la caminería en su mantenimiento, Carámbula consideró que es un debate válido que debería adaptarse a la realidad de cada departamento, buscando acuerdos y compromisos que aseguren la conservación de la infraestructura.

Instituto Nacional de Colonización y el futuro de la ovinocultura

Finalmente, Carámbula se refirió al Instituto Nacional de Colonización, indicando que, a pesar de los debates legales y políticos, el gobierno mantendrá su compromiso con el proceso de compra de tierras.

Respecto al futuro de la ovinocultura nacional, en un departamento como Salto, clave en la producción ovina, el subsecretario expresó su interés personal en el rubro, reconociendo su valor histórico y cultural para el país. Sin embargo, enfatizó la necesidad de que el sector defina su orientación: ¿es lana o es carne?

Tras un largo período de disminución del stock ovino, de casi 30 millones a menos de 5 millones de cabezas, Carámbula sostuvo que el doble propósito no ha mostrado escenarios de rentabilidad o crecimiento. La realidad, según su visión, indica que las oportunidades de mercado están en la producción de carne ovina o en lanas finas o superfinas.

Dejó claro que esta decisión no debe ser impuesta por una política de Estado, sino que debe ser un debate y una definición de los propios actores del sector: productores, gremiales, la Sociedad de Criadores y el SUL. El Estado, por su parte, puede acompañar, apoyar y promover este debate, pero la resolución final recae en aquellos que viven y conocen de cerca el rubro ovino.