Los últimos de Lugansk se quedan sin combustible

Los últimos de Lugansk se quedan sin combustible

Las tropas de Putin utilizan la energía como un arma de guerra con la que pretenden doblegar la voluntad de los ucranianos, forzados a vivir en condiciones deplorables.

El intercambio de artillería en el corazón del Donbass es permanente y es salvaje. En el último puesto de control de la aldea de Verkhnokamyanka, a las puertas de Lysychansk, donde humea la refinería atacada el domingo, y que también lo fue el 16 de abril, con alerta de explosión incluida y de nube carcinógena por la combustión de sus residuos, porque desde 2021 está parada en espera de reparaciones, a simple vista desde la barricada ucraniana se observa la guerra en directo. Camiones de tropas y de lanzagranadas y carros de combate ingresan constantemente en la zona caliente donde los rusos no consiguen del todo avanzar, pero ayer sí lograron dejar inoperativo el gasoducto principal de Severodonetsk, detrás de Lysychansk, dejando a los pocos habitantes que no han huido sin posibilidad siquiera de calentar agua en este mayo que está dando temperaturas de dos y tres grados por las noches. (ABC)