Los talibanes abatieron al líder de ISIS que planeó el atentado del aeropuerto de Kabul durante la evacuación de Afganistán
Un terrorista suicida de la rama regional del Estado Islámico mató a decenas de afganos y a 13 soldados norteamericanos en 2021. La información fue confirmada por funcionarios estadounidenses.
El presunto cerebro de un horrible atentado suicida durante la retirada de Estados Unidos de Afganistán fue asesinado por los talibanes en las últimas semanas, según revelaron el martes funcionarios estadounidenses, un hecho extraordinario que pone de relieve la nueva confianza de la administración Biden en un antiguo adversario del campo de batalla para ayudar a hacer frente a las amenazas terroristas.
Se estima que 170 afganos y 13 soldados estadounidenses murieron en el atentado de 2021 cerca de la Puerta de la Abadía del aeropuerto de Kabul. Funcionarios de la administración Biden identificaron al sospechoso como un dirigente de la sección afgana del Estado Islámico, conocida como Estado Islámico-Jorasán o ISIS-K. Sin embargo, declinaron revelar el nombre de la persona y cómo fue abatida, alegando que hacerlo podría poner en peligro la capacidad del gobierno estadounidense para recabar información sobre futuras actividades en la región.
El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, caracterizó la muerte del sospechoso como “otra de una serie de pérdidas de liderazgo de alto perfil” para el grupo terrorista. “Era un funcionario clave de ISIS-K directamente involucrado en la trama de operaciones como Abbey Gate”, dijo Kirby, “y ahora ya no es capaz de tramar o llevar a cabo ataques”.
Estados Unidos no estuvo involucrado en la operación de los talibanes, según otros dos funcionarios estadounidenses que hablaron bajo condición de anonimato para hablar de inteligencia sensible. La administración, según estas personas, desarrolló confianza en la evaluación sólo en los últimos días. El sospechoso, añadieron, era responsable de nuevos actos de violencia en Afganistán y probablemente albergaba aspiraciones de llevar a cabo atentados contra Occidente.
“Me gustaría subrayar que este hecho representa la continua presión antiterrorista a la que se enfrenta el ISIS-K en Afganistán y más allá”, afirmó uno de los funcionarios de la administración. “Vemos esta operación como emblemática de un paisaje en Afganistán que se ha vuelto muy desafiante para terroristas como [los de] ISIS-K, que podrían querer dañar a los estadounidenses”. (INFOBAE)