Los negocios y el prontuario del jefe de la banda de secuestradores de empresarios de Rosario

Los negocios y el prontuario del jefe de la banda de secuestradores de empresarios de Rosario

Claudio Coto cayó en su casa de Martínez tras una redada de la Policía Federal. Ya había sido condenado por una serie de robos y por usar documentos falsos. Las empresas que conformó y su deuda con un importante banco.

Claudio Daniel Coto podría haber contado su historia. Hubiese sido interesante, pero ayer miércoles, en su indagatoria, se negó a declarar. De 62 años, nacido en Banfield y vecino de San Isidro, Coto detenido esta semana en una casa de alquiler temporal en Martínez, acusado de ser el jefe de una temible banda de secuestradores que capturó a empresarios y sus familiares durante los últimos dos años, con botines pretendidos de hasta tres millones de dólares. Sus ataques, planeados durante meses, tenían un nivel de logística y ferocidad insólitos para el hampa de hoy. Otros cinco miembros de su banda cayeron junto a él. Queda un prófugo por encontrar, en una megacausa investigada por la División Antisecuestros de la PFA, con la intervención de los fiscales Javier Arzubi Calvo, Matías Di Lello y Santiago Marquevich de la UFECO.

Su forma de atacar, casi teatral, parecía desaparecida. Durante los últimos quince años, el secuestro extorsivo fue una especie en extinción, con golpes cortos y hampones que se llevaban el rescate que sus víctimas pudieran recolectar. Coto y su banda revivieron el viejo estilo: capturas de largo aliento, con negociaciones agónicas, un tormento de desgaste.

Comerciante según él mismo, el capo parece ser un hombre de negocios común y corriente, al menos en los papeles. El capo, que acumula una millonaria deuda reciente con un banco, se encuentra registrado en los negocios de taxis y remisería de la AFIP. En 2009, conformó dos empresas dedicadas al rubro, primero con una mujer con la que compartía domicilio en Palermo. Las empresas parecen simples cáscaras en el Boletín Oficial. No hay números de CUIT o cuentas bancarias ligadas a estos negocios, tal vez difuntos, tal vez un frente para actividades ilegales.

Después, está toda su vida en el hampa. En la banda de secuestradores, Coto se dedicaba a un rol clave: el casting, la selección de víctimas. (infobae)