Los grandes perdedores de las sanciones unilaterales son las mujeres, los niños y los grupos vulnerables
Una experta independiente nombrada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU solicita a los Estados que imponen sanciones unilaterales que las levanten o las reduzcan al mínimo, y a adoptar todas las medidas necesarias para evitar que tengan efectos adversos sobre las garantías fundamentales.
Las sanciones unilaterales son especialmente dañinas para los derechos humanos de las mujeres, los niños y otros grupos vulnerables de las poblaciones de los países objeto de sanciones declaró este miércoles la relatora* especial sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos.
«Ya sabemos que las sanciones unilaterales impiden a las poblaciones de los países objeto de estas disfrutar plenamente de sus derechos humanos; y que el impacto es especialmente grave para los grupos vulnerables», dijo Alena Douhan.
«Además de las mujeres y los niños, estos grupos incluyen a los indígenas, las personas con discapacidad, los refugiados, los desplazados internos, los migrantes, las personas que viven en la pobreza, los ancianos, las personas afectadas por enfermedades graves y otras personas que se enfrentan a retos particulares en la sociedad», añadió la experta.
Douhan recordó que los grupos vulnerables son a menudo los que más dependen de la ayuda social o humanitaria, pero que ésta no puede suministrarse, a pesar de las exenciones existentes, por las sanciones.