Los fabricantes de coches alemanes presionan para retrasar la prohibición de motores de combustión
El canciller Merz se reúne hoy con los empresarios automovilísticos para analizar la norma de la Unión Europea. Varios expertos aseguran que la otrora joya de la industria alemana no innovó lo suficiente frente a China durante sus años dorados y por eso sufre pérdidas a manos del gigante asiático.
El canciller Friedrich Merz y varios líderes del sector automovilístico alemán se reunirán a lo largo de este jueves en un intento de estos por presionar contra la prohibición de la venta de motores de combustión a partir de 2035, promulgada por la Unión Europea.
«Desde mi punto de vista, es una verdadera crisis», afirma Achim Kampker, experto en movilidad y profesor en la Universidad Técnica RWTH Aachen. En una entrevista con ‘Euronews’, deja claro que «el tiempo se agota», pero con los cambios masivos correctos, Alemania podría seguir siendo un centro de producción automovilístico.
El economista Jens Südekum es menos optimista: «La industria alemana se encuentra en una tormenta perfecta». El profesor de la Universidad Heinrich-Heine de Düsseldorf, quien también es asesor del ministro de Finanzas Lars Klingbeil (SPD), advierte contra la ilusión de que «el motor de combustión continuará».
Con una reducción de empleos que ya ha costado más de 50.000 puestos de trabajo a los alemanes, pérdidas en competitividad, beneficios y ventas decrecientes, el sector se enfrenta a grandes interrogantes. La cumbre en Berlín celebrada hoy busca encontrar soluciones.
El antiguo estandarte de la economía alemana se tambalea
«Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, la industria motora alemana se desarrolló muy bien», explica Kampker. La colaboración con empresas de ingeniería mecánica y de instalaciones resultó ser una receta de éxito. Los proveedores se especializaron en partes específicas y las plantas de producción trabajaban en cadena.
Sobre la importancia del sector, Südekum dice: «Era el emblema de la economía alemana, y ese fuerte enfoque en la exportación fue el modelo de éxito durante muchos años, sino décadas». Alemania era considerada un líder en innovación y tecnología. Según el economista Südekum, Volkswagen generó alrededor del 40% de sus ingresos en el mercado chino en la década de 2010. BMW y Daimler no se quedaron atrás en sus exportaciones.
En un tiempo relativamente corto, la posición competitiva de Alemania ha cambiado, «porque la transformación hacia la movilidad híbrida y eléctrica en el mercado chino está en pleno apogeo y está fuertemente impulsada por el Gobierno», afirma Südekum. La industria automotriz alemana, en cambio, está perdiendo masivamente cuota de mercado en China.
La estrategia china no es nueva, confirma Kampker: están decididos a liderar tanto la e-movilidad como el software para conducción automatizada. «La estrategia económica china se basa en prácticamente apoderarse del mercado mundial con vehículos chinos económicos», coincide Südekum.
Las cifras de exportación desde China son las más altas del mundo. En 2025, por primera vez, podrían llegar más autos chinos al mercado europeo que viceversa, según un estudio de PwC. «Hasta el año pasado, el mercado estadounidense compensaba un poco, porque iba muy bien y se exportaba mucho. Pero ahora, con Trump y la política arancelaria eso también ha terminado», explica Südekum. Actualmente, gracias a un nuevo acuerdo comercial, se aplican aranceles del 15% a las exportaciones de autos de la UE a EE. UU., en comparación con el 27,5% anterior.
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