La ONU denunció el secuestro del jefe de UNICEF en Yemen junto a otros 19 empleados tras una redada de los rebeldes hutíes
Según Naciones Unidas, los trabajadores fueron interceptados luego de que el grupo insurgente allanara el complejo del organismo internacional sin autorización.
Los rebeldes hutíes de Yemen secuestraron a 20 empleados de las Naciones Unidas en Saná, entre los que se encuentra el máximo responsable de UNICEF en dicho territorio, Peter Hawkins, tras allanar sin autorización el complejo del organismo internacional.
Un funcionario de la ONU indicó a la AFP que Hawkins “es uno de los 15 empleados internacionales detenidos en el complejo” asaltado el sábado por los hutíes, además de cinco trabajadores nacionales.
Jean Alam, portavoz del coordinador residente de la ONU en el país, precisó que once empleados locales fueron liberados después de ser interrogados en operativos previos. El grupo capturado sigue bajo custodia rebelde, en el marco de una serie de allanamientos y detenciones que han afectado al personal de agencias internacionales en las zonas controladas por los hutíes en los últimos meses.
Durante el operativo, fuerzas hutíes confiscaron dispositivos electrónicos de los empleados y ocuparon el recinto. Los rebeldes justificaron los arrestos argumentando que algunos trabajadores, incluidos los de UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos, estarían involucrados en actividades de espionaje en favor de Estados Unidos e Israel. El líder rebelde Abdelmalek al Huthi aseguró que se “desmanteló una célula de espionaje” utilizando la cobertura de organizaciones humanitarias.
La Organización de las Naciones Unidas rechazó estas acusaciones y reclamó la liberación inmediata de sus trabajadores.
“El secretario general rechaza categóricamente todas estas acusaciones”, declaró Stéphane Dujarric, portavoz de António Guterres, al subrayar que “ponen en grave peligro la seguridad del personal de la ONU y los trabajadores humanitarios y socavan las operaciones que salvan vidas”. El sábado, Dujarric insistió que los señalamientos de espionaje son “peligrosos e inaceptables”.
La ONU informó que mantiene gestiones ante los hutíes, el gobierno yemení y Estados miembros para lograr la liberación del personal y restablecer el control sobre sus instalaciones en Saná. “La ONU está en contacto con los hutíes, los Estados miembros involucrados y el gobierno yemení para resolver esta grave situación lo antes posible”, declaró Alam.
La cancillería hutí defendió en un comunicado el proceder rebelde y reiteró que no hay inmunidad para quienes consideren “espías y saboteadores”.
Ratificó su postura de actuar “con firmeza y decisión” ante lo que consideren amenazas a la seguridad nacional, mientras que rechazó las demandas de liberación inmediata por parte de Naciones Unidas.
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