La fiscal que investiga a La Salada permitió que reabra una de sus ferias clave con un plan de blanqueo: la fortuna de su capo prófugo
Una abogada ligada a la feria Urkupiña, vinculada a “Quique” Antequera, requirió el levantamiento de la clausura. Cecilia Incardona, la fiscal del caso, accedió tras la creación de una mesa de enlace con duros términos.
La megaferia La Salada, el polo de venta de ropa pirata más grande de Latinoamérica, clausurado hace tres semanas por la Justicia federal de Lomas de Zamora, se divide en tres ferias: Punta Mogote, Ocean y Urkupiña.
Días atrás, una abogada vinculada a Urkupiña requirió el levantamiento de la clausura preventiva que pesa sobre Urkupiña, ordenada por el juez Luis Armella. Se le corrió vista a la fiscal Cecilia Incardona, que investiga a la megaferia por los delitos de asociación ilícita, lavado de dinero y evasión impositiva.
La fiscal, de acuerdo a la decisión firmada ayer por la tarde a la que accedió Infobae, lo permitió, con una larga serie de condiciones que apuntan al blanqueo general de la operación. Su decisión deberá ser ratificada por el juez Armella.
Este medio adelantó esta semana el proyecto de la Justicia federal lomense para que La Salada regrese, operando en blanco y con sus capos fuera del esquema. Se conformó una mesa de diálogo entre Gobierno, Justicia y feriantes, donde participaron, por ejemplo, representantes de ARCA, según un documento judicial.
Sin embargo, hay un cabo suelto. El jefe histórico de Urkupiña es Enrique “Quique” Antequera. De fluidos contactos políticos, fue cortejado por la política durante años como un hombre fuerte en su territorio. Hoy, “Quique” Antequera está prófugo de la Justicia.
Antequera sigue buscado en la causa que persigue a los capos de La Salada, encabezada Cecilia Incardona, con una investigación de más de dos años de duración que terminó con La Salada clausurada y con sus hijos Lucas y Alan Antequera, allanados, presos e indagados a fines de mayo. También, llevó a una celda a Jorge Castillo, “El Rey de La Salada”, la cima del triángulo de la feria, junto a otros 15 detenidos.
Se allanó un local de baterías en Bella Vista vinculado al capo. Había cinco máquinas de contar plata allí. Urkupiña SA -integrada por al menos uno de los hijos de Antequera- controla una cuenta bancaria investigada. Allí, se depositaron, en efectivo, más de $7114 millones entre 2021 y 2024, de acuerdo al expediente, con tres mil millones más en otras cuentas ligadas al grupo en el mismo período.
Insólitamente, Lucas y Alan Antequera declararon recibir magras ganancias y controlar unos pocos puestos. Incardona le atribuye cerca de 2500 espacios de venta al clan. Urkupiña es, literalmente, un tercio del megaholding La Salada.
“Los dueños de La Salada no mejoraron las condiciones laborales, por el contrario crearon una economía paralela donde pocos obtenían ganancias millonarias a costa de la magnitud de la feria y la comisión reiterada de delitos, además de que abastece a compradores y se nutre de proveedores que infringen leyes de marcas y evaden impuestos, posiblemente explotando trabajadores en talleres clandestinos”, afirmó Incardona.
INFOBAE