La educación de los más pobres se dispara, pero la crisis económica destruye los ingresos
En diez años, el esfuerzo de la clase baja no ha sido recompensado y la miseria ha aumentado
Golpeada en la recta final por la pandemia del coronavirus, la peor década registrada en la historia económica brasileña interrumpió una larga trayectoria de reducción de la pobreza y dejó al descubierto la trampa que mantiene a Brasil pobre y desigual.
En los últimos diez años, pese al aumento significativo del 27% de los años de escolaridad (de 6,4 a 8,1) de la población de la mitad más pobre, los ingresos procedente de trabajo en este grupo de la población bajaron un 26,2%.
La paradoja explica la centralidad del crecimiento económico en la reducción de la pobreza, ya que la educación se considera la principal fuente de aumento de los ingresos individuales. Con una menor evolución en educación, el 50% más rico mantuvo inalterados sus ingresos o ganó más, según datos de la FGV Social con base en la PNADC (Encuesta Nacional por Muestra Continua de Hogares). (Folha Internacional )