Irán, el “mastermind” del ataque
Esta guerra no tiene como objetivo un estado palestino que nunca ha sido el objetivo de Hamas, que pretende una república islámica en toda la región.
Una de las dificultades para explicar el conflicto entre Israel y Palestina es su dimensión geopolítica. Si se limita a una simple cuestión entre palestinos e israelís, lo normal es que no se entienda nada y se reduzca la realidad a una ecuación maniquea de buenos y malos. Esto pasa estos días en las redes sociales, donde es terrorífico ver cómo el relato de odio contra Israel ha arraigado en sectores que llegan a aplaudir los brutales ataques contra miles de civiles. En este sentido, la apología del ataque que ha hecho la CUP (Candidatura d’Unitat Popular, partido catalán) en la red social X es pura apología del terrorismo. Cuesta entender cómo la defensa de unas ideas nobles pueden convertirse en una exhibición de deshumanización.
Hace falta, pues, poner la lupa grande para entender lo que pasa en un conflicto donde las decisiones no se toman en la zona, sino kilómetros allá. Y el foco, inevitablemente, es necesario desplazarlo de Ramala en Teherán. A pesar de la buena fe de los que creen que este mortífero ataque es a favor de Palestina, lo cierto es que ni el objetivo ni los intereses son a favor de los palestinos, si bien, como siempre, son usados como carne de cañón y como ejecutores de barbaridades.
En este punto, la pregunta es obligada: ¿Qué saca Irán? Saca réditos muy importantes. Primero, el régimen usa la causa palestina como fuente de legitimidad, después de sufrir la revuelta más grande de su historia. Segundo, refuerza la influencia en el mundo islámico y deja en evidencia a los países que han firmado los Acuerdos de Abraham. Tercero, torpedea dos nuevos acuerdos que están avanzados: el de Marruecos, que ahora puede quedar sacudido por la situación, no en vano el principal partido marroquí, el islamista PJD ha apoyado el ataque; y el acuerdo histórico con Arabia Saudita, después de las primeras reuniones oficiales de ministros israelís en el país sunita. Y, a la vez, aprovecha la actual debilidad política de Israel derivada de la obcecación de Netanyahu con su cambio legal. ( INFOBAE)