Influenciar las tasas de fecundidad, no; empoderar a la mujer, sí

Influenciar las tasas de fecundidad, no; empoderar a la mujer, sí

El informe sobre el estado de la población mundial pone de manifiesto la inefectividad de instaurar políticas para intentar repercutir en las tasas de fecundidad. El documento aboga por medidas que generen un cambio de mentalidad en la población, facultarlos para tomar decisiones informadas, empoderar a la mujer y proteger sus derechos sexuales y reproductivos.

En el informe Estado de la Población Mundial 2023: 8.000 millones de vidas, infinitas posibilidades: argumentos a favor de los derechos y libertades, publicado este miércoles por el Fondo de Población de la ONU (UNFPA), revela las principales características de la demografía a nivel global en la actualidad y las inquietudes que despierta el tamaño actual de la humanidad.

El informe explica cómo las cifras de población cambian a gran velocidad; dos tercios de la humanidad residen en contextos de baja fecundidad, mientras la mitad del aumento de la población mundial previsto para 2050 corresponde a solo ocho países: Egipto, Etiopía, Filipinas, la India, Nigeria, Pakistán, la República Democrática del Congo y la República Unida de Tanzania. Esto supone que en los próximos años cambiará radicalmente la clasificación de los países más poblados a nivel global.

Tras alcanzar la vertiginosa cifra de los 8000 millones, los autores del informe explican que existe la tentativa entre los gobiernos de repercutir en las tasas de fecundidad.

Esta cifra concierne también a los ciudadanos. Por ejemplo, una encuesta en ocho países concluyó que las personas que habían estado expuestas a noticias o conversaciones sobre la población mundial eran las más propensas a opinar que ésta es demasiado alta.

En efecto, el planeta se enfrenta a graves problemas económicos y medioambientales, pero diseñar políticas para imponer un aumento o descenso demográfico no genera las consecuencias deseadas y, por el contrario, anula la capacidad de acción de la población.

En este sentido, el documento insta a las autoridades a facultar a la población para que cumplan sus objetivos reproductivos personales, en lugar de instaurar medidas con la intención de influir en las decisiones de los hombres y mujeres.

Además, señalan que achacar la culpa del cambio climático a la fecundidad es erróneo. De 8000 millones de personas, en torno a 5500 millones no ganan lo suficiente, unos 10 dólares al día, como para incidir de forma notable en las emisiones de dióxido de carbono. (ONU)