Grupos CREA: referencia y respaldo para los productores

Grupos CREA: referencia y respaldo para los productores

La Federación Uruguaya de Centros Regionales de Experimentación Agropecuaria (FUCREA) es la organización que, desde 1966, nuclea a todos los grupos CREA de Uruguay y a los productores que la integran. El principal propósito es ayudar a cada uno a mejorar sus resultados económicos y financieros, a partir de los recursos con los que se dispone.

Para ello se visita el establecimiento, se lo recorre poniendo especial atención a lo presentado por los anfitriones en la hoja de ruta, y luego se discute en pequeños grupos, con la colaboración de los asesores CREA, la solución a los distintos asuntos planteados además de una visión general del establecimiento.

“Son grupos de entre 8 y 17 productores agropecuarios, normalmente el número promedio es de 12 o 13, coordinados por un asesor o asesora CREA que normalmente es agrónomo o veterinario, y con un método de trabajo donde se potencian las particularidades de cada integrante”, aseguró Juan Dumestre, presidente actual de FUCREA. “El aporte más importante está en lo personal, porque no solo son los consejos de 12 pares en el mes que toca la visita a tu propio establecimiento, son todas situaciones diferentes y aprendés de tu experiencia y la de los demás. Es una modalidad muy linda para resolver problemas, sabiendo dónde uno se encuentra y a dónde quiere llegar”, agregó Martín Aguirrezabala, coordinador general de la organización.

Un concepto clave en las reuniones CREA es el de la confianza y la empatía. El productor anfitrión, expone la realidad del establecimiento, enfocándolo hacia los problemas o asuntos que le urge resolver, pero además enseña los números de la empresa. “En el caso de cualquier integrante tiene su cabeza y la de su socio o su familia, pero aquí tenemos muchos pares más pensando e intentando resolver problemas y mejorar la empresa, orientados por un asesor CREA”, dijo Dumestre, “y ese respaldo permanente a la empresa y a las cuestiones particulares o familiares, que muchas veces también son volcadas, es de un impacto muy grande en los años buenos y en los malos”.

El productor no siempre adopta los consejos que el grupo vuelca en cada reunón. “Sí es importante escuchar y aprender, si normalmente se hace caso es porque los consejos son buenos pero lo importante es sintetizar lo que uno piensa, los puntos de vista del grupo y la ayuda del asesor para construir una propia visión de a dónde se quiere ir”, dijo Aguirrezabala. A su vez, Dumestre salió del rol de presidente e “hincha” de los grupos CREA y habló como productor involucrado: “para mí y mi esposa que es mi socia es inimaginable estar fuera del grupo CREA, porque hay mucho que gira alrededor del grupo y es un respaldo permanente ante cualquier decisión que se tome”.

En este sentido, el componente grupal no ejerce como una presión o una opinión de la mayoría, sino que “es clave en la toma de decisiones”. En este aspecto, los productores exhiben todo tipo de números de la actividad, desde lo que puede ser la producción de carne o soja, hasta el ingreso de capital, la rentabilidad y muchos objetivos que tiene la empresa y que desea resolver antes de la próxima reunión en el establecimiento.

“Si no estuviéramos en los grupos CREA, perderíamos las referencias y el por qué de muchas cosas que hacemos”, aseguró Dumestre, “nos esforzamos mucho e invertimos mucho tiempo en llevar los números que nos permitan referenciarnos y saber dónde estamos parados”.

El cierre del ejercicio 2021-22 fue excelente para el sector, con números muy buenos en todos los rubros, sea agrícola-ganadero, lechero, vitivinícola, granjero o netamente ganadero. “A nivel agrícola-ganadero probablemente sea de los mejores de la historia en los datos conocidos”, expresó Aguirrezabala. El cierre de este ejercicio 2021-22, que se concretó en el reciente finalizado junio, muestra números igualmente alentadores o aún superiores. Visualizando el futuro, el gran desafío pasa por los costos que se han incrementado de forma considerable.

En este momento hay 48 grupos CREA en todo el país, con una metodología completamente vigente y que se está expandiendo a otros sectores. “Se empezó a aplicar con directores de liceos privados, con anfitriones que plantean sus problemas y el resto apoya y discute”, dijo Dumestre.

“Es momento de proponerse valorizar la tierra, el capital invertido y ser un mejor lugar para los recursos humanos que trabajan”, afirmó Aguirrezabala: “el agro uruguayo no ha sido altamente competitivo en los recursos humanos, y es un gran desafío continuar mejorando la productividad, innovando en tecnología y cuidando el medio ambiente, pero siendo un buen lugar para competir con otros rubros en la mano de obra”. Si además se enfoca ello con un riesgo más acotado, además de crecer en lo personal o lo grupal se puede “hacer de la empresa un lugar más disfrutable para el propietario y los empleados”, cerró Aguirrezabala.

¿Cómo funcionan?

La metodología CREA tiene origen en grupos de productores surgidos en Francia luego de la Segunda Guerra Mundial. Los primeros grupos CREA uruguayos comenzaron a trabajar hace cerca de 60 años, y en 1966 cuatro grupos ya establecidos fundaron la Federación Uruguaya de Grupos CREA.

El trabajo en los grupos CREA permite conocer, observar y analizar cómo trabajan otras empresas en el mismo rubro. De esta forma, los integrantes pueden sacar conclusiones acerca de los sistemas productivos y de las técnicas utilizadas, así como de las estrategias empresariales y modalidades comerciales que llevan adelante los pares.

Normalmente se visita el establecimiento, el asesor CREA presenta una hoja de ruta que el productor estableció, enseñando el funcionamiento de la empresa, presentando indicadores productivos y números económicos al cierre del ejercicio anterior y definiendo los objetivos. Después se hace la recorrida en la mañana y una dinámica de discusión grupal en horas del mediodía o de la tarde, donde cada visitante vuelca su visión acerca del panorama general y los puntos particulares que busca resolver el productor anfitrión.

La actividad central de un grupo CREA es la reunión mensual que se realiza rotando los anfitriones. Por este motivo, el productor recibe al grupo aproximadamente una vez por año.

En este sentido, la misión de FUCREA es brindar el soporte metodológico y técnico a cada grupo, con presencia institucional en el medio, contribuyendo a que sus integrantes logren un desarrollo empresarial y personal que les permita alcanzar altos niveles de competitividad en sus actividades.

FUCREA es dirigida por los productores y financiada mayoritariamente con los aportes de cada grupo. Está orientada a la gestión del conocimiento y a la creación de capital social en el agro uruguayo.

Para esto último se genera el intercambio y generación del conocimiento para mejorar la competitividad, la capacitación de productores y técnicos, el diseño y gestión de proyectos vinculados a todos los sectores vinculados a todos los sectores agropecuarios, el desarrollo de herramientas y sistemas de información orientados a mejorar la gestión de las empresas, la organización de jornadas, giras técnicas y misiones de capacitación y la integración de ámbitos interinstitucionales a nivel nacional y regional.

Acceder a la información y observar lo que hacen los productores de punta

Fernando Rado es productor ganadero en el departamento de Treinta y Tres y pertenece a un grupo CREA de dicho departamento. Considera que el mayor desarrollo que le ha aportado los grupos CREA es desde el punto de vista personal, ya que ingresó muy joven y había “gente con muchísima experiencia, que me hizo crecer como empresario y me ayudó a aprender mucho el uso de la metodología, cómo leer los indicadores, entrar a una empresa y con la recorrida de la mañana y una síntesis poder hacer foco en la mirada que se necesite para aportar al productor anfitrión”. Además, se valora mucho la vinculación, acceder a una gran cantidad de información y poder compararse entre pares, con la posibilidad de observar lo que hacen los productores de punta. “De hecho, en estos días cerramos la empresa con la que ingresamos al CREA, y las 3 empresas que se generaron a partir de eso con sus 3 directores estamos decidiendo participar del grupo.”, dijo, y eso muestra a las claras el significado del mismo.

Para el dueño de casa “cada persona es sumamente valiosa por su participación seria y responsable”, aseguró Rado. “A veces hay total acuerdo y en otras se presentan distintas alternativas, lo cual es de suma importancia porque el productor accede a diferentes opiniones y puede terminar decidiendo de forma libre: tal vez llega a la reunión con un panorama y se va con 3 o 4 ideas nuevas para solucionar diferentes situaciones”.

El espíritu de las reuniones siempre ha sido el mismo, y esto ayuda a la permanencia y la vigencia. “Hay dinámicas que pueden cambiar, pero la estructura es la misma”, dijo Rado, con adaptaciones en la pandemia como las reuniones por Zoom, enseñando las recorridas de campo filmadas. “El método puede ser replicable a otros grupos, de hecho hay experiencias en la educación”, afirmó.

Finalmente, Rado expresó que los grupos CREA siempre han sido fuente de innovación y desarrollo dentro del sector agropecuario. “Está en los orígenes desde los grupos franceses, con la intención de aportar en la reconstrucción económica y social posguerra, haciendo un aporte a través de las empresas y los productores”.

Fuente: Rurales El País