Geólogos analizan restos de gran cordillera de montañas en Treinta y Tres y Cerro Largo

Geólogos analizan restos de gran cordillera de montañas en Treinta y Tres y Cerro Largo

Investigadores del área de Geociencias de Pedeciba consideran importante “conocer qué tipo de región fuimos en el pasado y qué tipo de geología tuvimos”.

En la evolución geológica de Uruguay hay un área de suma importancia denominada “Cinturón Dom Feliciano” que abarca buena parte del este de nuestro territorio y se interna en el sur de Brasil, hasta Florianópolis.

El Cinturón Dom Feliciano está constituido por un conjunto de unidades geológicas de diferentes características que se formaron y deformaron y durante hace entre 500 y 750 millones de años, y que alguna vez estuvieron unidas a África, en tiempos de Gondwana.

Un grupo de trabajo liderado por Elena Peel, geóloga e investigadora del área de Geociencias del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba), logró el financiamiento de un proyecto de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para profundizar el conocimiento sobre este cinturón, pero en áreas de los actuales departamentos de Treinta y Tres y Cerro Largo: los bloques Dionisio y Sierra de los Ríos.

Ahí estaba contemplada la participación de estudiantes de maestría del Pedeciba, que son Santiago Fort (quien desarrolló su tesis de maestría en el marco del proyecto) y Belén Viera (también haciendo su tesis de maestría sobre el tema).

En diálogo con Montevideo Portal, Elena Peel, Santiago Fort y Belén Viera contaron cómo es el trabajo que llevan a cabo, en el que estudian el basamento cristalino del Cinturón Dom Feliciano, de la zona este de nuestro país.

“A través de la geoquímica isotópica podemos, a partir del análisis de determinados componentes químicos, describir y detallar algunos elementos clave para reconstruir la historia geológica de un área”, señaló Peel.

Por su parte, Fort contó que en su trabajo se enfocó en estudiar lo que son rocas graníticas, que se asocian principalmente a lo que fue el volcanismo que se generó en esa zona. “Los granitos, en general, vienen a ser lo que serían las cámaras magmáticas de esos pequeños volcanes. El estudio de esos granitos, que se pueden ver, son producto de la solidificación de ese magma en profundidad”, expresó el investigador.

“Me encargué de seleccionar varios cuerpos graníticos de la zona, caracterizar ese magmatismo en el momento que se dio en el Cinturón Dom Feliciano y a partir de ahí sacar algunas conclusiones sobre esos granitos: cuándo se generaron, que tienen aproximadamente 600 millones de años, qué características tiene su química, qué tipo de rocas se fundieron para dar lugar a esos granitos, cuáles eran sus firmas isotópicas. Todo eso nos aporta mucha información acerca de qué litologías existieron previamente y se fundieron para dar lugar a esos cuerpos”, agregó.

Ese trabajo permitió establecer que esa zona, particularmente en Uruguay, perteneció a este cinturón que en su momento fue “una gran cordillera de montañas”. “Mi tesis se basa en los granitos que forman parte del estadio final de la evolución de este cinturón, que viene a ser cuando está todo establecido y no hay mucha colisión, sino hay un estado de relajación de todo el sistema”, comentó Fort.

Fort señaló que hay que pensar que se estudian restos en donde “había un súper continente donde este límite montañoso estaba en el centro de la unión de dos placas”. “Cuando hablamos de estas rocas graníticas hay que tener en cuenta que son cuerpos que se solifican a gran profundidad, por lo que todo lo que hoy vemos es producto de la continua erosión que hubo sobre toda esta cadena, producto de que ya no se eleva más. En un momento en este sector no colisionaron más las placas y permitió que la erosión lo vaya aplanando hasta lo que tenemos hoy en día, exponiendo cosas que en su momento estaban muy profundas como estos cuerpos graníticos que son los que tenemos hoy y parte de los que yo estudié”, acotó. (Montevideo Portal)