Es “difícil, pero no imposible”, que se concrete en este gobierno el área protegida Islas del Queguay

Es “difícil, pero no imposible”, que se concrete en este gobierno el área protegida Islas del Queguay

Aunque no lo descartó del todo, el director nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, Gerardo Evia, considera que será difícil que se concrete en lo que resta del período de gobierno la creación del área protegida prevista en las islas de la desembocadura del río Queguay en el río Uruguay. Así lo indicó el jerarca ante la consulta formulada por EL TELEGRAFO, bajo el argumento de que la falta de recursos no ha permitido avanzar en el expediente, que se encuentra todavía a estudio de la repartición dependiente del Ministerio de Ambiente. La asignación presupuestal dirigida a la Dinabise, Dirección Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, no ha permitido atender este proyecto, como tampoco ha permitido concretar otros que están incluso más avanzados en su trámite, como es el caso de Arequita, en Lavalleja, “que es un área pública, que hace 50 años que está”, y la Isla de Lobos. El jerarca dijo que no se trata de firmar “áreas de papel”, que después el Estado no pueda gestionar adecuadamente. “No hay capacidad”, para darles, aseguró. “El presupuesto de la Dinabise es de 40 millones de pesos de inversión, y eso es un millón de dólares, y la mitad de eso se paga de IVA de contratos; para gestionar un sistema de 150.000 hectáreas de áreas protegidas”, indicó.

QUÉ PASA

Evia señaló que por un lado su prioridad es ordenar lo que ya está, en el sentido de avanzar en la aprobación de los planes de manejo de las áreas actuales. “El proyecto está, está escrito y está en jurídica, para que jurídica del Ministerio de Ambiente lo resuelva. La respuesta corta es que no es imposible, porque podría ocurrir que se destrabara y en los papeles se firmara. El tema es qué pasa después. Estoy tratando de que la gente, los equipos técnicos, terminen de hacer lo que tienen que hacer, que son los planes de manejo de las diecisiete áreas que hoy integran el sistema, muchas de las cuales aún no tienen no lo tienen aprobado”, indicó. Agregó que el escenario pretendido es llegar a tener “un sistema, con las áreas que hay, con los planes de manejo para que puedan funcionar, con los planes de manejo hechos y con capacidades mínimas de guardaparques y directores afectados a esas áreas; a las que ya están. Antes de pensar en crecer”. Sin embargo admitió que hay una lógica perversa en el funcionamiento del Sistema, que prioriza la incorporación de áreas. “La lógica durante todos estos años ha sido tratar de hacer crecer el sistema, y después vemos cómo lo manejamos. De hecho, los propios indicadores para la rendición de cuentas te dicen ‘usted no cumplió en incorporar tantas hectáreas de su objetivo de gestión’, se necesitan tantos miles de hectáreas por año incorporadas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas”, explicó. Pero luego eso no se refleja en la asignación presupuestal en el Parlamento. Si yo digo necesito tantos recursos para gestionar áreas protegidas, y no te los votan, no podés seguir inventando áreas protegidas que vas a gestionar sin recursos”, dijo.

TRAYECTO

El proyecto fue presentado simbólicamente el 5 de junio del año 2018 ante la desaparecida Dirección Nacional de Medio Ambiente, Dinama, que en ese momento integraba el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Mvotma; impulsado por Paysandú Nuestro y Grupo Gensa, con el apoyo del referente regional Francisco Bergós y el apoyo de numerosos técnicos que intervinieron en la redacción de la iniciativa. El nombre propuesto originalmente fue “Islas del Queguay y costa del río Uruguay”. El proyecto tiene planteadas dos categorías diferentes de protección. Una de ellas para las islas, que es la de Parque natural. “Son el núcleo de la reserva, quiere decir que ahí el ingreso humano sería sólo circunstancial, por razones de estudio o razones de paseo, que puede ser turismo ecológico, sin tensión”, explicaba a EL TELEGRAFO Diego Varela, uno de los expertos que trabajó en el diseño del proyecto. En cambio, para la zona costera la propuesta era de un nivel de protección distinto, en la categoría de paisaje protegido. Durante el período en el que Adrián Peña estuvo al frente de la cartera de Ambiente, en abril de 2022 y a través de un video filmado en las islas, el mismo jerarca anunciaba que la creación del área sería una realidad y se manejó la posibilidad de avanzar en dos etapas, incorporando inicialmente el territorio isleño y dejando la costa para más adelante. Desde entonces el proyecto ha seguido a estudio y quienes lo impulsaron ha participado en diferentes instancias nacionales y regionales, presentándolo y comentando sus características. (EL TELEGRAFO)