En próximo sábado 19 de marzo a las 16 horas se ordena un nuevo sacerdote en la catedral

En próximo sábado 19 de marzo a las 16 horas se ordena un nuevo sacerdote en la catedral

Se trata de Lucas Ripoll, un joven artíguense de 28 años, en dialogo con CAMBIO dijo que la vocación se va descubriendo con el tiempo, son señales de todos los días, hay que estar atentos para ir descubriendo lo que pide Dios, es lo que pasa en la vida, hay que tener la mirada más afinada, el oído más sensible y el corazón más dedicado a esas intuiciones que Dios va mostrando y tener la valentía de seguirlo.

“La vocación no surge de la nada, sino que Dios va mostrando un proyecto y en mi caso lo importante fue darme cuenta del amor de Dios, que me ama ahora y es para siempre, es un amor sin principio ni final, es perfecto.”

Ripoll dijo que todo surge en la capilla de Lourdes de la ciudad de Artigas, allí no había grupo de jóvenes, destacó el apoyo de integrantes de su familia que estaban vinculados a las actividades de la capilla, en ese entonces lo llevaban a misa, fue a través de ellos que se vinculó a la iglesia como institución, iba a rezar los domingos a la mañana, los 11 de febrero fecha que está reservada en el santoral católico para venerar a la Bienaventurada Virgen María de Lourdes, esos días eran sagrados.

Expresó que su abuela fue su catequista y el hecho de tenerla en su casa, rezar juntos, hablar de temas que habían tratado en la catequesis, ampliar el conocimiento, de todo eso se valió Dios para ir tocándole el corazón y mostrándole hacia donde quería llevarlo.

Recordó que luego de terminar primaria e ingresar al liceo se abrió un mundo distinto en la adolescencia, en esa etapa comenzó el vínculo con la parroquia y el Padre Juan José Rodríguez, se fueron conociendo y a allí fue su primera confesión, recordó el cariño con que fue recibido, la delicadeza con que lo escucharon.

ESE LUGAR ERA DIOS

Dijo que lo ayudó mucho estudiar filosofía en el liceo, las grandes preguntas lo llevaron a abrir la cabeza y el corazón, a querer buscar una respuesta que no fuera inmediata y eso lo llevó a leer diferentes autores, ahí pudo encontrar respuestas, pero no se sintió satisfecho porque esas respuestas no brindan la felicidad completa, eso lo llevó a buscar en otro lado y ese lugar era Dios.

A partir de ahí comenzó su vínculo con el padre William Gadea, Lucas fue encontrando un camino de discernimiento, algo básico, incipiente, fue derivado a la pastoral vocacional de la diócesis con el Padre Carlos Silva.

Lucas Ripoll ingresó al seminario con 18 años, en la actualidad tiene 28, dijo que en esos 10 años nunca se planteó si ese lugar era el correcto, en algunos momentos el camino se hizo cuesta arriba, pero entendió que si alguien quiere hacer las cosas bien tiene que ser fuerte, a veces cuesta un poco porque ingresar al seminario significaba salir de su ciudad natal, ir a Montevideo, ese fue el primer desarraigo, salir de su familia a una gran familia que es la iglesia y después seguir entregándose en cosas mínimas como la obediencia, algo tan sencillo que a veces cuesta vivirlo pero con la gracia de Dios se consigue, culminó.  (DIARIO CAMBIO)