El espanto que genera Putin: por qué Finlandia y Suecia rompieron la tradicional neutralidad escandinava
Las dos primeras ministras, Sanna Marin y Magdalena Andersson, pidieron entrar en la OTAN. Temen que Rusia ataque como viene amenazando. Podrían ser admitidas en unos pocos días.
Sería un comienzo épico. Tres fuertes primeras ministras escandinavas caminando hacia los micrófonos de la prensa. Sobreviene un silencio escénico marcado hasta que la ficticia gobernante dinamarquesa, Birgitte Nyborg Christensen, la Dama de “Borgen”, la exitosa serie de Netflix, se adelanta medio paso y dice: “No vamos a tolerar lo que está haciendo Vladimir Putin”. Podría ser un gran inicio para la quinta temporada de este drama político de ficción que ya tuvo un adelanto de poderoso tráiler cuando las premieres reales de Finlandia, Sanna Marin, y Suecia, Magdalena Andersson, caminaron hacia el podio en un escenario de otoño profundo en Estocolmo para anunciar que habían pedido el ingreso de sus países a la OTAN, la alianza militar occidental, en abierto desafío al líder del Kremlin.
El trámite podría llevar apenas unas semanas, dicen en la sede de la organización en Bruselas. Putin ya puso el grito en el cielo y mandó a decir que, si eso ocurre, va a desplegar su arsenal nuclear en el Báltico, frente a las costas suecas y finlandesas. El ruso ya tuvo varios errores de cálculo en su ofensiva. Atacó a Ucrania con la intención de acabar con la democracia en su frontera y reconstruir el Imperio Ruso de los zares o la URSS de Stalin. El pretexto fue la supuesta preocupación de Putin de que Ucrania pudiera unirse a la OTAN y dar un ejemplo para que cualquier otro vecino se abstuviera de hacerlo. Fue el famoso “tiro por la culta”. Terminó siendo un muy efectivo reclutador de la OTAN. La determinación de entrar en la alianza militar de los dos países escandinavos, hasta ahora neutrales, lo demuestran. (Infobae)