Fue con esta última actividad que captó a la primera de sus víctimas, una niña de 13 años que posaba para él en sesiones de modelaje en la ciudad de Mercedes.
La menor iba a estas sesiones en compañía de su madre. En agosto de 2020, el sujeto logró convencer a la mujer ya la hija de hacer un book de fotos, tomas que prefería tomar a solas para que la modelo se sintiera más desinhibida.
Una vez obtenido el permiso materno, el peluquero llevó a la niña hasta una zona de monte, y le pidió que apagara su celular y lo dejara dentro del auto. Una vez que ambos estuvieron solos y en un punto alejado de terceros, el adulto le levantó la blusa a la menor y le manoseó los senos.
De acuerdo con el citado informe, también hizo que se bajara los pantalones y la abrazó. El abusador dijo a la víctima que era plenamente consciente de que ella era menor, alegó estar “mal” con su pareja. “No te estoy obligando con un arma”, agregó.
Tras regresar a casa, la niña víctima intentó bloquear en su memoria lo ocurrido y seguir con su vida normal. Esta negación prosiguió hasta noviembre de 2021, cuando en su liceo se llevó a cabo una charla acerca de abusos sexuales. En esa distancia ella supo la real dimensión de lo sucedido, y lo contó a una compañera y a su madre. A partir de ese momento, comenzó también tratamiento psicológico.
El segundo casó ocurrió en mayo de 2022, y tuvo como víctima a una menor de 17 años, quien se presentó a una oferta laboral en la peluquería del ahora condenado. La adolescente aceptó hacer una jornada de prueba, en la que fue sometida a todo tipo de situaciones inaceptables.
La joven contó que mientras ella trabajaba el propietario se propasó varias veces, situación que fue a más cuando ambos quedaron a solas. En ese omento, el hombre bajó las persianas del local y dio rienda suelta a sus bajos instintos.
De acuerdo con la citada crónica “la hizo desfilar como modelo, la arrinconó contra un mueble, se le encimó, tocó su cuerpo por encima de la ropa, le subió la remera, la hizo abrirse de piernas, así como tocó sus piernas hasta la zona de la cola; reiterándole muchas veces el que estaban solos y que nada podía contar” de lo que sucedía.
Finalmente, la menor dijo que se marchaba y que volvería al día siguiente. Sin embargo, una vez fuera del lugar llamó a su novio y acto seguido fue a la comisaría a radicar denuncia.
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