Crisis en la Biblioteca Nacional: la verdadera razón detrás del cierre temporal

Crisis en la Biblioteca Nacional: la verdadera razón detrás del cierre temporal

El cierre de la Biblioteca Nacional busca diagnosticar fallas edilicias, recursos humanos y protocolos antes de reabrir. Los trabajadores reconocen que hay humedad y plagas.

La Biblioteca Nacional cerrará sus puertas desde este martes, según confirmó su directora, Rocío Schiappapietra. El cierre, sin fecha de reapertura, busca permitir la elaboración de un proyecto para reestructurar protocolos de seguridad, recursos humanos y aspectos edilicios. Investigadores podrán acceder con agenda previa durante este período.

Schiappapietra señaló que la institución enfrenta una «crisis» en un contexto global, aunque no detalló plazos. «Estamos transparentando el estado de situación», afirmó durante una conferencia en el Día del Libro. El anuncio se realizó junto al ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía.

La directora mencionó la necesidad de abordar problemas en infraestructura, climatización y preservación de colecciones. Además, confirmó investigaciones internas por la desaparición de manuscritos históricos. No se especificó el presupuesto asignado ni el cronograma para las reformas.

El cierre coincide con el aniversario 208 de la primera biblioteca pública del país. Schiappapietra reiteró su objetivo de convertir el espacio en un «acervo seguro» y revitalizar su rol cultural. Sin embargo, la falta de detalles concretos alimenta escepticismo entre trabajadores y usuarios.

Trabajadores admitieron problemas de humedad y plagas

El sindicato de funcionarios expresó sorpresa por la medida. Luigi Bazzano, dirigente de la Asociación de Funcionarios, criticó la falta de comunicación: «No nos avisaron a los trabajadores ni al sindicato». Cuestionó la ausencia de diagnósticos técnicos previos para definir obras necesarias.

Bazzano negó riesgos inminentes en la estructura del edificio, pero admitió problemas de humedad, plagas y fallas en equipos de climatización. «Las colecciones están en riesgo por pez de plata y roedores», afirmó. Señaló que el 40% del personal tiene edad jubilatoria y hay 62 vacantes sin cubrir.

El dirigente confirmó una reunión en la Dirección Nacional de Trabajo para abordar la escasez de personal y bajos salarios. «Se lo advertimos a las autoridades en febrero», insistió, y cuestionó: «¿Recién ahora ven el polvorín donde están sentados?.

Valentín Trujillo, exdirector de la institución, calificó el cierre como «lamentable» y un reflejo de «inoperancia» en una carta pública. Acusó a la nueva gestión de ser un «experimento improvisado», contrastando con las declaraciones de Schiappapietra sobre transparencia y urgencia.

Mientras tanto, usuarios habituales expresaron preocupación por el acceso a materiales históricos. Aunque la biblioteca mantendrá servicios para investigadores, no se aclaró cómo se gestionarán solicitudes ni plazos de respuesta. Tampoco se mencionaron alternativas para el público general.

Condiciones edilicias y preservación del acervo en debate

Bazzano detalló que los depósitos de diarios carecen de deshumidificadores funcionales, lo que acelera el deterioro del papel. Además, señaló infestaciones de insectos y roedores en áreas críticas. «Sin inversión, el futuro es negro», advirtió, refiriéndose a la falta de rubros asignados para mantenimiento.

La directora reconoció «conflictos internos» y un «caos organizacional» que requieren soluciones inmediatas. Sin embargo, evitó profundizar en cómo se resolverán estos problemas o si habrá despidos. Tampoco mencionó colaboración con entidades internacionales especializadas en preservación.

Mientras las autoridades prometen «diagnósticos exhaustivos», trabajadores insisten en que las soluciones demandan tiempo y recursos.

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