Criollos definieron competencia clave: el Campeonato Nacional de domadores

Criollos definieron competencia clave: el Campeonato Nacional de domadores

En Salto se realizó una de las pruebas estrella de la Sociedad de Criadores de Caballos Criollos del Uruguay: la Final Nacional de Domadores, con la participación de 27 competidores. El primer lugar en la categoría Profesional fue para Mauro Villamor con “Mazangano Espina”, de cabaña “Los Olivos de Caraguatá”, de José María del Campo Gigena y familia, y en la categoría Amateur el triunfo fue para Agustín Mailhos con “Serenata Revoltosa”, expuesta por Los Revoltosos SRL.

El Ing. Agr. José María del Campo Gigena, titular de cabaña “Los Olivos de Caraguatá” propietaria de la yegua ganadora se mostró muy satisfecho con los logros obtenidos. “Estamos muy conformes con seleccionar un caballo integral, resistente y bueno en todas las pistas y sobre todo con sangre oriental, creemos en lo que producimos” señaló, como siempre rodeado por su familia.

Los buenos pingos se hacen y para esta tarea se precisa bastante más que la mera voluntad del animal por aprender, también se vuelve indispensable la habilidad del domador que hará de cada instante compartido con el caballo una nueva oportunidad para enseñar y formarlo.

Paciencia, dedicación y muchas horas de entrenamiento permitirán que cada domador saque lo mejor de su caballo y pueda enseñarle las diferentes pruebas o habilidades que se desee potenciar o desarrollar. Esta es la clave de las pruebas de domadores que organizan las diferentes agremiaciones de caballos Criollos del país. En cada departamento o región, los domadores compiten mostrando las habilidades de los Criollos y la formación de éstos.

Oficio clave. Una vez que finaliza la temporada de exposiciones del interior, se realiza la final Nacional de Domadores. Esta prueba reúne a los domadores que hayan clasificado en instancias anteriores y tiene como objetivo incentivar la buena doma y premiar el trabajo del domador. La clasificación no es el único requisito ya que para poder competir en la final el animal debe tener además 4 o menos años en la primavera del año de la competencia.

Dentro de la raza el oficio de domador se ha extendido por todo el país y cada día son más los jóvenes entusiastas que demuestran su amor por los caballos en la paciencia y dedicación para enseñarles a desarrollar su potencial. Para competir existen dos categorías: amateur y profesional. Los profesionales son aquellos jinetes que ya participaron en alguna credenciadora oficial del Freno de Oro y amateurs quienes no lo hayan hecho.

Los nervios de entrar a pista, el estado de la misma, el público, el ánimo del animal, son todos factores que influyen al momento de competir, pero la confianza aporta la tranquilidad necesaria para repetir una vez más lo practicado en cada entrenamiento. “Serenata Revoltosa” se consagró ganadora de la categoría amateur y su jinete, Agustín Mailhos, afirmó que el carácter de esta yegua fue un elemento fundamental al momento de competir. “Es una yegua muy mansa, tranquila y cumplidora, lo que le pedís lo hace y eso permite salir a competir tranquilo” confesó.

Más allá del entrenamiento y de las destrezas de cada animal también es fundamental la planificación de lo que se busca desde el momento cero. “Mazangano Espina” es una yegua sangre cien por ciento “marchera” y fue un proyecto que hicimos con la familia del Campo y dio este lindo resultado”, dijo Mauro Villamor el jinete ganador en la categoría profesional. Él la definió como una yegua muy especial, con mucha habilidad y agilidad en sus movimientos y obviamente una resistencia única por su sangre que permitió trabajar mucho con ella sin que tuviera jamás una lesión. “Esto fue fundamental ya que no tuvimos mucho tiempo y en menos de seis meses preparamos dos pruebas” recordó.

Esa preparación no hubiera sido posible sin la confianza en el producto, la selección realizada en la cabaña y la destreza de quienes redomonearon y domaron la yegua. Del Campo cuenta que uno de los pendientes que tenían era incursionar en este tipo de pruebas, “yo sabía que nuestras yeguas servían para esto, si bien hacemos hincapié en el largo aliento, no tenía dudas de su inteligencia y su fácil doma”. Eso, combinado con la pasión de Gonzalo del Campo Saravia, hijo menor de José María, que fue quien inició a “Mazangano Espina” y luego la continuación del trabajo por parte de Mauro Villamor sólo podía dar buenos resultados.

Destreza y oficio se cruzan en la pista y van haciendo que cada domador muestre su fuste porque es sabido que los pingos se ven en la cancha. Esa es la clave de esta prueba que “beneficia tanto a domadores como a criadores ya que, además, es una buena herramienta de selección y una buena base para un entrenamiento posterior” concluyó Mailhos.

Se trata del origen, el primer eslabón en la cadena de entrenamiento, así lo definió Sofía De Arteaga quien se llevara el segundo puesto en la categoría profesional con “Quelén Milonga”. “Domadores es un primer escalón para los caballos funcionales, es una prueba súper completa donde se miden caballos nuevos y muchos de estos terminan corriendo el Freno de Oro” comentó De Arteaga.

La competencia. Llega el momento de la verdad, la competencia en la pista. La final de domadores consiste en nueve etapas que deberán cumplir los animales y serán puntuadas cada una de ellas. Andares, Mansedumbre, Figura, Vuelta sobre las patas, Rayada, Reculada, Manguera, Media Bayard y Prueba de campo con ganador (en categoría amateur no se exige vuelta sobre las patas ni media Bayard).

En cada una de esas etapas es donde se observarán las particularidades y fortalezas de cada animal. Mailhos comentó que en su caso lo más difícil fueron los trabajos de Manguera, aunque asumió que “probablemente se deba a carencias mías y no de la yegua” que además al ser cría propia tuvo muy simple la “redomoneada” e iniciación. De Arteaga por su parte comentó que lo más difícil fue el impulso de la yegua, había que prenderla un poco porque es muy mansa, mientras que “las rayadas es algo que le sale muy natural, se posiciona bien y prolija” confesó. En el caso de la ganadora en categoría profesional el desafío más grande fue trabajar para que la yegua se concentre al momento de iniciar el trabajo y hacer los andares, “tuve que pensar mucho en cómo mejorar esto” contó Villamor.

Los jinetes coincidieron que el nivel de la prueba fue muy bueno y que ambas categorías están muy competitivas. “Hubo un buen número de participantes, gente nueva sumándose y caballos muy bien entrenados y preparados. Esta es una prueba que para mí resume el trabajo del año y nos acerca un pantallazo de cómo se viene trabajando” resumió Villamor.

En este sentido del Campo también destacó el gran nivel de la prueba y afirmó “la doma en nuestro país ha agarrado mucha fuerza, se han perfeccionado los sistemas de doma. Se ha llegado a un altísimo nivel y eso nos beneficia mucho a los criadores para formar nuestra caballada”.

Empieza el futuro. Si hay domadores y hay potros, hay futuro en la raza así que está toda la esperanza puesta en las nuevas generaciones que vienen dando sobradas muestras de lo que aún resta por hacer en torno al caballo Criollo. Las pruebas de rienda son un eslabón muy sólido en la cadena de cría y selección del Criollo en el país y el mejor termómetro es el éxito, la participación y el gran nivel de estas pruebas.

Fuente: Rurales El País