Con la ola de violencia, Salvador pone policías armados en centros de salud
La Secretaría no especifica cuántas unidades recibieron equipos de seguridad; El sindicato estima entre 30 y 50.
Policías armados en los centros de salud, interrupciones en la atención y solicitudes de traslado por parte del personal. Este es el panorama de los servicios sanitarios en Salvador, en un nuevo episodio de la crisis de seguridad que enfrenta el gobierno de Jerônimo Rodrigues (PT) en Bahía, con el aumento de enfrentamientos entre facciones y de la letalidad policial.
Según la Secretaría Municipal de Salud, al menos siete unidades de la red de salud municipal cerraron definitivamente este año, ya sea debido a incidentes en la propia unidad, como robos, o debido a episodios de violencia en los alrededores, como tiroteos.
Además, 13 centros de salud cerraron de forma anticipada o sufrieron la suspensión de la atención prolongada durante más de un día debido a conflictos en los alrededores. Esto ocurrió en las Unidades de Salud de la Familia (USFs) en Alto das Pombas y Calabar, barrios que vivieron tiroteos el pasado 4 de este mes. En aquella ocasión, también se suspendieron las clases en las escuelas y en la Universidad Federal de Bahía (Ufba).
Desde el inicio de la pandemia, los casos de robos y agresiones contra profesionales se han vuelto frecuentes, según el Sindicato de Servidores Municipales (Sindseps), pero la situación se ha agravado en los últimos meses. «Este año comenzamos a ver una rutina de robos, un aumento en los atracos, hurtos de teléfonos móviles y otros objetos en las puertas y dentro de las unidades», comenta Bruno Carianha, director de Sindseps. (FOLHA INTERNACIONAL)