Ciclos de talleres para mujeres privadas de libertad propone el estudio de desigualdades basadas en género

Ciclos de talleres para mujeres privadas de libertad propone el estudio de desigualdades basadas en género

Este trabajo está enmarcado en una solicitud por parte de operadoras penitenciarias del Instituto Nacional de Rehabilitación, en primera instancia para trabajar con población femenina privada de libertad, es una demanda que viene desde antes de la pandemia y que no se había podido llevar a cabo.

La referente de género del Instituto de las Mujeres MIDES Adriana Miraballes, dijo a Radio Tabaré  que se elaboró un proyecto de trabajo que tiene como objetivos en primera instancia, sensibilizar a operadores penitenciarios y mujeres privadas de libertad de la unidad 20 de Salto, en desigualdades basadas en género.

La idea es caracterizar a las mujeres privadas de libertad, tomando como variable el rengo etario, la procedencia, si tienen hijos, saber si otros integrantes de su grupo familiar están también privados de libertad.

El objetivo es llevar adelante talleres y encuentros grupales quincenales que faciliten la deconstrucción de estereotipos y mandatos de género, a la vez brindar herramientas para la emergencia de subjetividades en relación a la identificación, por parte de las mujeres y operadores de los estigmas sociales que recaen sobre las mujeres privadas de libertad.

También realizar una revisión de las prácticas cotidianas, en los cuales se reproducen los estereotipos y mandatos de género, promover la identificación de aspectos que contribuyen a formar su identidad como mujeres.

Las actividades están conformadas en un ciclo de talleres donde se van tratando estas diferentes temáticas a lo largo del proceso.

CONDENA PENAL Y SOCIAL

Todo se sustenta en que la discriminación contra la mujer presente en las relaciones sociales, se constata en el cotidiano de la privación de libertad, como la estructura física y normativa que las contiene, es decir, los muros de un instituto de rehabilitación no van a detener aquellas pautas culturales arraigadas en la sociedad, muchas veces por el contrario pueden potenciarse, todos los organismos que trabajan dentro en relación con estos centros podrían no visualizarlo para corregirlo.

La existencia de un fuerte estigma social que recae sobre la mujer privada de libertad, que ha roto con determinadas pautas y no ha cumplido con los ideales culturales y sociales impuestos respecto al rol de la mujer, dedicado al cuidado del hogar, hijos, la familia y además infringir normas de conducta, de cometer delitos, la coloca en un lugar sumamente alejado de lo esperado, de lo que es ser mujer.

Recae sobre ellas una condena penal a la vez de una condena social que las limita y las condiciona, por ese motivo se considera prioritario intervenir para no reproducir estereotipos que perpetúen la desigualdad, no solamente se trabaja con las mujeres, sino también con operadores penitenciarios que están en el cotidiano de estas mujeres privadas de libertad, y con ellas se trata de erradicar los propios sentimientos de culpa por no haber cumplido esos roles de género, asignados dentro de los que se encuentran el haber desatendido la crianza de sus hijos, por no haber cumplido con las expectativas propuestas por el modelo de mujer dominante, en base a esto es que se está desarrollando el ciclo de talleres.