Alimentar colmenas, una herramienta estratégica que hay que saber cómo hacer

Alimentar colmenas, una herramienta estratégica que hay que saber cómo hacer

La alimentación complementaria forma parte de las buenas prácticas apícolas y no debería ser considerada como un manejo improvisado. Es responsabilidad de toda la cadena, asegurar la calidad de nuestras mieles y mantener su reconocimiento mundial.

El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) publicó en su página web recomendaciones sobre la alimentación de colmenas en la primavera, una actividad que se considera “manejo estratégico”.

Es una práctica “cada vez más difundida” que “proporciona beneficio a nivel productivo, pero también implica algunos riesgos”, expresa. Actualmente, “el riesgo que más preocupa es la probabilidad de afectar la comercialización de la miel con restos de esa alimentación en la miel cosechada”.

El artículo, del que sus autores son INIA, la Dirección General de la Granja (Digegra), la División de Laboratorios Veterinarios (Dilave), la Asociación de Exportadores de Miel (Adexmi) y la Comisión Horaria de Desarrollo Apícola (CHDA), se explica que “en la medida que las abejas no consuman todo el alimento administrado, los restos de azucares utilizados pueden mezclarse con el néctar acopiado por las abejas y ser finalmente cosechados con la miel por el apicultor”.

Para evitar ese extremo, “el apicultor debe tener en cuenta tres factores interrelacionados entre sí y de igual importancia”, que son los siguientes: Primero, “el momento de la alimentación”; segundo, “los volúmenes de jarabe administrado; y tercero: “los espacios internos de la colmena para administrar la alimentación”. (Todoelcampo.com.uy)