El sindicato de trabajadoras domésticas apostará a la difusión información y afiliación en el año 2026
Para las trabajadoras domésticas de Salto, el año 2025 fue histórico, ya que se aprobó la categorización de sus tareas. A partir de julio de 2026, las trabajadoras que realicen únicamente tareas de limpieza percibirán un salario; aquellas que, además de la limpieza, se encarguen de la cocina tendrán una remuneración diferente; y quienes sumen el cuidado de personas dentro del hogar donde desempeñan sus funciones contarán con un salario superior, acorde a la mayor responsabilidad de su labor.
En Uruguay hay alrededor de 118 mil trabajadoras domésticas. El trabajo doméstico remunerado está integrado mayoritariamente por empleadas domésticas, que representan el 75% del total, seguidas por cuidadores de niños, con un 15%, y cuidadores de enfermos, que alcanzan el 10%. Si bien existen registros de esta actividad en ocho departamentos del país, en Salto no es posible dimensionar con precisión la realidad del sector debido al alto porcentaje de informalidad existente. Así lo confirmó a CAMBIO la presidenta del sindicato local, Lucía Bueno.
VÍNCULO LABORAL
En este contexto, desde el sindicato se anunció que las actividades previstas para el año 2026 estarán fuertemente orientadas a la difusión y a la información, con el objetivo de que las trabajadoras conozcan plenamente sus derechos y obligaciones. Según señaló Bueno, aún existen personas que sienten temor a sufrir conflictos o represalias por parte de sus empleadores si deciden afiliarse al sindicato, lo que constituye una de las principales barreras para la organización del sector.
Para las trabajadoras domésticas resulta fundamental tener claridad sobre el monto que corresponde percibir cuando se está en actividad laboral, las horas de trabajo establecidas y las condiciones en las que se desempeñan, de la misma manera que ocurre en cualquier otro rubro. Conocer cuál es el salario fijado por ley, los descansos, las licencias y otros derechos laborales es fundamental para evitar abusos y situaciones de vulnerabilidad que muchas veces se naturalizan. Estas son cuestiones que, en numerosos casos, no se contemplan adecuadamente al momento de acordar el vínculo laboral.
MARGEN PARA NEGOCIAR
Existe una gran necesidad de trabajo y esa realidad, en muchos casos, juega en contra de las propias trabajadoras, que no siempre cuentan con margen para negociar y terminan aceptando las condiciones propuestas por el empleador. A raíz de distintas situaciones, se han reducido tanto las horas como los días de trabajo: en hogares donde antes se trabajaba de lunes a viernes, actualmente la actividad se limita a tres veces por semana.
Ante este escenario, el objetivo es brindar información clara y accesible a las trabajadoras del sector y comenzar el año con recorridas por los barrios, instancias de difusión y convocatorias para que se afilien al sindicato y conozcan sus derechos. “La idea es informar y acompañar a las trabajadoras, para que puedan defender sus condiciones laborales”, concluyó Lucía Bueno.
DIARIO CAMBIO