Gonzalo Valdés Requena: “No hay fundamentos para que el precio de exportación de la carne tienda a la baja”
Entrevista al representante de la Asociación Rural del Uruguay en la Junta del Instituto Nacional de Carnes.
Por Cristian Alamón
Es abogado de profesión, fue presidente de la Asociación Rural del Uruguay entre el 2021 y el 2023, y actualmente representa a dicha gremial ante la Junta del Instituto Nacional de Carnes. Ejerciendo el mencionado cargado, es que recientemente participó de la reunión del Consejo de Importación de Carne de América (MICA_por su sigla en inglés), en el marco de un mercado estadounidense muy volátil a nivel de las políticas arancelarias impuestas por el gobierno de Donald Trump, donde en menos de una semana hubo al menos tres anuncios de importancia que involucraron a Uruguay o a países que son competidores directos. En la siguiente charla con Rurales El País, Gonzalo Valdés Requena, repasa su visión con respecto a lo que sucede en el mercado del país norteamericana y el posible impacto para Uruguay, así como también la situación de otros mercados, China por ejemplo, donde hay mucha expectativas a raíz de los medidas de salvaguardia que se tomen durante la próxima semana; en el mercado europeo, que hoy aparece con demanda firme, y a futuro se entrará en un proceso de definir la forma de distribuir la cuota planteada en el acuerdo con el Mercosur. Por otra parte, a nivel interno no se esperan grandes cambios para el precio del ganado, teniendo en cuenta que el mundo enfrenta un escenario de demanda muy importante, mientras que la oferta es escasa, y mayormente está concentrada en América Latina, y en definitiva ese es uno de los grandes factores que marca al precio de la hacienda en Uruguay, además de lo que pueda suceder a nivel interno en el país.
—Hace pocos días se realizó la conferencia de importadores cárnicos de Estados Unidos, ¿qué le dejó la instancia?
—Fue mi primera experiencia en la MICA, este año fue en Texas, es una actividad que lleva tres días, en la que los días se dividen entre las conferencias y las reuniones de trabajo con actores de la importación cárnica, o sea importadores, despachantes de aduanas y todo lo que tiene que ver con la introducción de carne al país. Fue una experiencia muy buena y en un momento muy especial, para Uruguay, ya que es muy importante lo que está pasando en Estados Unidos, que está en un momento de una caída de stock vacuno importante, llegando a niveles que no tenía desde la década del 50, estando en el eje de los 80 millones.
—A nivel interno, ¿qué se visualiza en Estados Unidos?
—Hay un impulso muy importante en el consumo de carne vacuna, con lo cual van quedando para atrás las teorías que atentaban contra la proteína bovina, según lo que señalaron los conferencistas especializados en el tema. Es una situación en la que el consumo está aumentando y el precio de la carne también, por ende, está creciendo mucho la importación, pasando a tener que importar dos millones de toneladas este año.
—¿Qué situación tiene la espalda financiera del consumidor para aguantar la escalada de precios?
—El hecho de que la carne esté siendo nuevamente vista como un producto saludable y necesario para la dieta, la gente se vuelca a su consumo, independientemente del aumento del precio, al menos por ahora. Esto que genera que frente a la escasez de carne doméstica sea necesaria la importación. Además, esto es algo que va a estar el año que viene, con seguridad, y algunos se animan a proyectar que puede durar unos tres años, es algo que se ha escuchado en las conferencias.
—Está todo lo referido a los anuncios en materia arancelaria, primero la eliminación del 10% extra que se había impuesto, ¿cómo observa esto?
—El día que volvíamos de la feria, Donald Trump anunció la quita del 10% adicional que le había impuesto a muchos países, por lo cual nosotros volvimos a nuestra posición tradicional, con una cuota de 20.000 toneladas, más un arancel del 26,4% por fuera de la misma. Uruguay en lo que va del año ha exportado unas 110.000 toneladas, con un aumento del 33% en el ingreso, colocándose de esta forma como el mercado de mayor ingresos en dólares, y el segundo en toneladas exportadas.
—También se anunció el acuerdo con Argentina para una cuota más grande, ¿cómo lo analiza?
—Hubo dos acuerdos importantes, uno es el de Argentina, y el otro es con el Reino Unido. Con el último mercado hace un pequeño TLC, que trata el comercio bilateral de carne vacuna con un adicional de cuota, implica el ingreso etanol a Reino Unido y el ingreso a Estados Unidos de vehículos británicos. Es un convenio que aún no está operativo, y en Argentina sucede lo mismo, no está operativo todavía y se cuadruplica la entrada de carne bovina, pasando de 20.000 toneladas a 80.000, y es algo recíproco, es decir que Argentina podría importar carne estadounidense. Lo más importante es que se tiende a pensar que sea una ampliación de cuota por una sola vez.
—Se anunció la reducción de aranceles en un 40% de parte de Estados Unidos a Brasil, ¿cómo se lee esta medida?
—Esto nos demuestra la volatilidad del comercio internacional de la carne. Se suma a este cúmulo de acciones de determinados gobiernos que están condicionando al comercio.
—¿Cómo puede impactar a Uruguay?
—En el marco de la MICA notamos la preferencia de los consumidores por carne uruguaya, según nos decían los propios importadores, también encuentran que nuestra carne terminada a grano no tiene diferencia de calidad con su carne doméstica. Esta rebaja para Brasil va a tener un impacto, buscando un nuevo equilibrio en el mercado, que está caracterizado por un exceso de demanda sobre la oferta que hay, lo cual nos garantiza volumen de venta y una tendencia de precios que es previsible que se mantenga en los números actuales por un buen tiempo.
—¿O sea que no hay temor de que Uruguaya sea desplazado?
—Es una realidad que la tuvimos hasta hace poco tiempo, ese arancel extra que tenía Brasil fue a finales de julio, o sea que antes convivíamos con Brasil con el arancel que va a tener ahora.
—Hubo novedades con respecto al Transpacífico, y se aceptó a Uruguay como integrante, ¿qué opina?
—Fue el gobierno pasado que presentó la nota de interés de participar de este acuerdo. Esperamos en el comienzo de la próxima semana poder interiorizarnos más sobre la etapa que se está iniciando y conocer cuáles son los siguientes pasos a dar. La apertura de este acuerdo para Uruguay sería una gran noticia, porque se accede a mercados como Reino Unido, Japón, Vietnam, países que para nosotros son muy importantes. Es un bloque de países a los cuales le exportamos en el eje del 10% de nuestra canasta.
—En el caso del mercado chino, ¿cómo lo está observando?
—Es el mercado que más volumen nos compra, por ende es muy importante, pero estamos en el medio de un proceso de salvaguardia que está por definirse a finales de noviembre y hay tres hipótesis sobre lo que se puede definir: una suba de aranceles; la fijación de cuotas; la posibilidad de tener una solución distinta para Uruguay en comparación a los otros países, que haya surgido a partir de las reuniones del presidente de Inac en China o una combinación de todas las medidas.
—¿Cómo pueden impactar?
—Con las medidas de Estados Unidos, y una vez resuelto lo de China, se va a determinar el volumen de la carne que podamos exportar y a su vez el precio, seguramente con todos estos movimientos habrá una recomposición en el mercado internacional de la carne. Un privilegio que tiene Uruguay, es tener muchos mercados abiertos, por lo cual va a colocar la carne en los destinos que tenga mejor retorno, la industria conoce muy bien los caminos que tiene que recorrer para lograr un mejor negocio.
—¿Cómo se encuentra la demanda del mercado europeo?
—Es importante, Europa nos genera el precio más alto por tonelada exportada, es un mercado que tiene también sus condicionamientos, como las medidas tomadas por la deforestación, nosotros estamos preparados aunque es algo que se ha aplazado nuevamente.
—¿De qué manera están siguiendo al acuerdo con la UE y cómo se debería distribuir la cuota que se genere?
—Se le está haciendo un seguimiento permanente, como desde hace 30 años, hace mucho tiempo que estamos pendientes de la firma de este tratado, lo cual sería una muy buena noticia, pero hay que esperar. En referencia a la cuota, si se firmara el tratado, habrá una cuota para el Mercosur, que será de 99.000 toneladas, y hay que ver qué formato y condicionamientos se establecen para la distribución de la misma.
—A nivel interno, ¿el negocio ganadero cómo se encuentra?
—El ganado tuvo un pico muy alto, después llegó la ventana de cuota 481 que también impacta en el precio del ganado de campo, ahora estamos esperando ver cómo se recompone el mercado una vez que finalice la faena de la cuota.
—¿Qué expectativas hay con el precio de la hacienda?
—Creo que el precio del ganado debería de estar acompañando al precio de exportación de la carne, esa sería la tendencia natural de las cosas, aunque está claro que es condicionado por los factores externos que conversábamos, la salvaguardia de China o los aranceles en Estados Unidos por ejemplo.
—Entonces suponiendo que no se presenten grandes cambios, la expectativa es que el precio del ganado se mantenga.
—Exacto, el precio se fija por oferta y demanda, hoy en el mundo hay escasez de carne y hay demanda, entonces no hay ningún fundamento para pensar que el mercado de exportación de carne tienda a la baja.
Rurales El País