“Los campos agrícolas seguirán siendo agrícolas: no es simple cambiar de rubro”, dijo Martínez

“Los campos agrícolas seguirán siendo agrícolas: no es simple cambiar de rubro”, dijo Martínez

El director de Agromotora Flores repaso la realidad agrícola, ganadera y lechera en un año de márgenes dispares, con la soja presionada por los costos, la ganadería en uno de sus mejores momentos y una empresa familiar que encara el recambio generacional rumbo al centenario

En Hablemos de Agro, de Canal 10, Nicolás Martínez, director de Agromotora Flores, repasó la situación de los principales rubros productivos y el rumbo de una empresa familiar de 95 años. Con un escenario agrícola desafiante, una ganadería con márgenes históricamente altos y una lechería que combina menores precios con muy buena producción, Martínez ofreció una radiografía clara del momento del sector.

Soja: precios insuficientes y siembra a todo ritmo

El reciente repunte de la soja hacia los 380 dólares por tonelada generó cierto alivio, pero no modifica la ecuación económica en la zona centro y norte del país. Según Martínez, los últimos años de precios deprimidos y costos elevados hacen difícil enfrentar la siembra con ese nivel de mercado.

“Si bien entusiasma, 380 dólares no es un buen número para la zona centro. Para equilibrar, la soja debería estar entre 410 y 420 dólares”, explicó. En campo propio, la empresa maneja rendimientos de referencia de 2.500 a 2.600 kilos para primeras y alrededor de 2.100 kilos para segundas. Con los precios actuales, la cuenta no cierra.

El director de Agromotora Flores aseguró que no prevé cambios grandes en la intención de siembra: “El millón de hectáreas no se mueve. Los campos agrícolas seguirán siendo agrícolas; no es tan simple pasar de un rubro a otro”.

Sobre el mercado, planteó un optimismo personal: “Creo que la soja tendrá un 4 adelante en algún momento del ciclo”, aunque admitió que no hay fundamentos claros detrás de esa expectativa.

Cultivos de invierno: la colza sostiene los resultados

La cosecha de colza avanza con rendimientos buenos y, en algunos casos, superiores a lo esperado. En la zona centro, los primeros lotes muestran entre 1.800 y 2.900 kilos por hectárea. “Es el único cultivo que, con los precios actuales, puede cerrar positivo”, señaló.

En los cereales, el panorama es más complejo. El trigo sufrió un invierno con poca luz y arrancó con baja biomasa; con precios en el entorno de 180 a 185 dólares, muchos productores esperarán a marzo antes de vender. La cebada, en cambio, encontró cierta recuperación con valores cercanos a 203 dólares, lo que podría dejar un resultado aceptable si los rendimientos superan la media.

Martínez descartó que la intención de siembra pueda cambiar en el corto plazo, pese a los precios ajustados. “Los campos agrícolas van a seguir siendo agrícolas, y los campos ganaderos van a seguir siendo ganaderos”, afirmó, al señalar que “no es sencillo pasar de un sector a otro” por las inversiones, la infraestructura y los tiempos que requieren los ciclos productivos. Según explicó, el millón de hectáreas destinado a agricultura “no se mueve”, y los productores están enfocados en sostener su planificación más allá de las oscilaciones coyunturales del mercado.

Ganadería: márgenes altos y una relación favorable con los granos

“Hoy el corral deja más de 200 dólares por novillo”, afirmó Martínez. La combinación de granos baratos y carne firme generó un escenario excepcional. Los kilos ganados dentro del corral tienen margen positivo y los animales de ingreso llegan valorizados.

El equilibrio del sistema depende del costo del maíz, sobre el que no prevé grandes mejoras: “No veo maíces arriba de 170 dólares. Para el secano es un desafío”. En ese contexto, buena parte del grano terminará transformado en carne o leche.

La reposición aparece como un punto delicado para los próximos meses. Martínez señaló que, si el precio del gordo cae, lo importante será cómo está posicionada la empresa en cuanto a compras previas. En su caso, buscan cerrar un ciclo completo —hasta mitad de 2026— con buenos precios de venta.

Sobre el mercado internacional, sostuvo que las señales apuntan a un primer semestre de 2026 con valores firmes: “Un novillo arriba de 4,80 dólares es un muy buen número en campo”.

Lechería: baja de precios, pero excelente producción

Tras la caída de las últimas licitaciones de Fonterra, el precio internacional aflojó, pero la primavera dejó muy buenos resultados productivos. “Lo que no viene por precio viene por producción. Tuvimos una primavera extendida que favoreció muchísimo los tambos”, destacó.

Agromotora Flores lleva casi cuatro años en la actividad lechera tras adquirir unidades que pertenecían a OLAM. Martínez reconoció que aún están en fase de adaptación: “Es un rubro muy intenso y relativamente nuevo para nosotros, pero los resultados físicos son buenos”.

Martínez insistió en que producir en Uruguay es caro. Los agroquímicos acompañaron la baja de los granos y están a valores razonables, pero los fertilizantes venían atrasados en su ajuste y recién ahora muestran corrección. La volatilidad internacional —como el conflicto en Medio Oriente— también afecta directamente los precios de insumos.

“Esto nos obliga a trabajar con la mayor eficiencia posible y a preparar a las empresas para cuando el ciclo de precios dé la vuelta”, afirmó.

Agromotora Flores, rumbo a los 100 años

La firma fundada por el abuelo de Martínez trabaja hoy con tres hermanos al frente y unas 400 personas empleadas de forma directa. El desafío central es la continuidad generacional y la modernización constante.

“Hay un compromiso no solo con la familia, sino con toda la gente que hace posible la empresa”, indicó. Para atraer nuevas generaciones, la empresa incorporó tecnologías como riego, georreferenciación, drones y agricultura por ambiente.

La forestación, por ahora fuera del esquema principal, está en análisis. Algunas áreas de los establecimientos podrían destinarse a plantaciones, ya sea en forma propia o asociada a pasteras.

Rurales El País