Dr. José Manuel Venzal Bianchi: «el combate contra la garrapata debe ser un esfuerzo diario»
La lucha sin tregua contra la garrapata: Un desafío nacional para José Manuel Venzal Bianchi
En diálogo en Ponete al Día por Radio Tabaré el Dr. José Manuel Venzal Bianchi, un referente en el estudio de la garrapata en Uruguay, se profundizó sobre los desafíos y avances del Plan Nacional para el control de este parásito, que afecta gravemente a la ganadería y, en menor medida, a la salud humana. Venzal, un profesional con una vasta experiencia en investigación y docencia, se refirió al trabajo de campo, la resistencia de los acaricidas, la importancia de la hemovacuna y los nuevos horizontes en la lucha contra la garrapata.
El panorama actual de la garrapata en Uruguay
El proyecto, impulsado en conjunto con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), ha llevado al equipo del Dr. Venzal a recorrer 11 de los 19 departamentos del país. El trabajo se ha centralizado en Tacuarembó, una base estratégica debido a la presencia de la plataforma de salud animal de INIA. «Vamos a Tacuarembó porque INIA es quien tiene la parte de estudios para garrapatas», explicó el experto, destacando que la mayor concentración de este parásito se encuentra en el norte del país, especialmente en las zonas fronterizas con Brasil.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la ganadería uruguaya es la multirresistencia de la garrapata a los acaricidas. Venzal confirmó que este fenómeno es mucho más pronunciado en los departamentos del norte, una problemática que disminuye significativamente a medida que se avanza hacia el sur. «En el sur hay lugares donde la resistencia es mínima», comentó, lo que permite sacar importantes conclusiones sobre la efectividad de los tratamientos y el manejo de los productos.
El manejo de productos y la amenaza de la resistencia
El mal uso y el contrabando de productos desde países vecinos son los principales problemas que aceleran la multirresistencia. Venzal fue enfático al señalar que la falta de asesoramiento y el uso de acaricidas no aprobados en el país no solo son ineficaces, sino que también representan un riesgo para la sanidad del ganado y para la reputación de las exportaciones de carne uruguaya. «El manejo de los productos que se usan es fundamental», subrayó, enfatizando la necesidad de una estrecha colaboración entre profesionales y productores.
«La multirresistencia está tan expandida y es tan complejo el control que hay lugares donde el combate tiene que ser día a día», afirmó el Dr. Venzal. Si bien el costo de este control es alto, es indispensable para mitigar las pérdidas que provoca la garrapata, especialmente en la producción de carne, uno de los pilares de la economía nacional.
El impacto de la garrapata en la salud humana y la fauna silvestre
Aunque la atención se centra en el ganado, la garrapata también representa una amenaza para la salud humana. Venzal explicó que si bien en Uruguay la cantidad de enfermedades transmitidas es menor que en otras partes del mundo, existen casos de riquecciosis cutáneo-ganglionar, una enfermedad que causa fiebre y afección en los ganglios linfáticos cerca de la picadura. Esta enfermedad es más común en el sur del país y se manifiesta principalmente a comienzos de la primavera.
En cuanto a la fauna silvestre, el investigador aclaró que no todos los animales silvestres son portadores de la garrapata que afecta al ganado. Por ejemplo, el ciervo axis, aunque es una plaga, es «bastante refractario a la garrapata», mientras que los carpinchos sí están repletos de ellas, pero se trata de una especie de garrapata (Amblyomma dubitatum) exclusiva de este animal, y no de la que afecta al ganado bovino. Estos hallazgos son importantes para descartar a la fauna silvestre como un gran problema para las campañas de control en los predios ganaderos.
Nuevas herramientas y la importancia de la hemovacuna
Ante el problema de la multirresistencia, la búsqueda de nuevas herramientas de control es crucial. El Dr. Venzal mencionó el desarrollo de vacunas contra la garrapata, aunque aclaró que aún están en fase de prueba y no se encuentran disponibles en el mercado. También destacó el uso de hongos entomopatógenos, que son una alternativa biológica que ayuda a mitigar el uso de químicos, aunque no los reemplaza por completo.
Sin embargo, el Dr. Venzal puso especial énfasis en el papel fundamental de la hemovacuna en la prevención de la tristeza parasitaria, una de las enfermedades más graves transmitidas por la garrapata. «La hemovacuna para mí en este momento es la más importante», sostuvo, haciendo hincapié en la necesidad de aplicarla en categorías jóvenes de animales y en la difusión de su uso, ya que es una herramienta accesible y económicamente muy rentable.
El combate contra la garrapata sigue siendo un desafío constante. La efectividad de los tratamientos, el cuidado en el manejo de los productos y la adopción de nuevas herramientas como la hemovacuna son clave para el futuro de la ganadería en Uruguay. El Dr. Venzal y su equipo continúan trabajando incansablemente para brindar a los productores las mejores soluciones, demostrando que la investigación y el conocimiento son las armas más poderosas en esta lucha.
La herramienta que podría cambiar el juego
El Dr. Venzal abordó el tema del fluazuron, un acaricida que ha demostrado ser muy efectivo, especialmente en predios que no tenían garrapata y se vieron infestados con poblaciones multirresistentes. «Es la herramienta a utilizar», enfatizó, ya que su efecto residual permite un control más prolongado y efectivo. Sin embargo, advirtió sobre la importancia de su uso racional para evitar que la garrapata genere resistencia a esta molécula también.
Aunque el período de carencia del producto es largo en Uruguay, ha permitido a los productores movilizar ganado que de otra forma no se podría.
El Dr. Venzal subrayó que no existen «recetas mágicas» para el control de la garrapata. El éxito radica en un trabajo conjunto y coordinado entre productores, veterinarios y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). Además, resaltó la importancia de la planificación de los tratamientos en el año, preferiblemente en épocas clave como el inicio de la primavera, para reducir las poblaciones de garrapatas antes de que se reproduzcan masivamente. En este sentido, recomendó el uso de productos con efecto residual para un control más sostenido, y sugirió a los productores realizar tests de sensibilidad para determinar qué acaricidas son realmente efectivos en sus predios.
«El plan ya tendría que haber comenzado», afirmó Venzal, señalando que la clave es «golpear las poblaciones» de garrapatas desde el inicio para llegar al otoño con una menor carga y un mejor control. La colaboración y la adopción de un enfoque estratégico son esenciales para avanzar en esta lucha.