Lucha diaria de los pescadores artesanales de Salto
Los pescadores artesanales de Salto continúan aferrados a su oficio, aunque cada vez más se ven obligados a complementar sus ingresos con otras actividades laborales. La pesca, que históricamente ha sido el sustento principal de muchas familias salteñas, hoy ya no alcanza para sostener por sí sola la economía doméstica.
En diálogo con CAMBIO, el referente del sector, Ismael Sequeira, explicó que muchos de sus compañeros todavía se dedican a la pesca, saliendo muy temprano por la mañana y regresando al río a última hora de la tarde. Sin embargo, durante el resto del día deben buscar otras formas de ganarse la vida, como trabajar en la construcción u oficios similares. “La verdad es que la situación de estos trabajadores está complicada”, expresó Sequeira, reflejando una realidad que se repite en distintas zonas del departamento.
Si bien no se ha visto un aumento de nuevos pescadores permanentes, la crisis socio económica que atraviesa el departamento ha llevado a que algunas personas recurran temporalmente a la pesca como una alternativa para paliar la falta de empleo. “Hoy no se compara con lo que fue el año 2002, cuando en toda la costa se veían personas una al lado de la otra pescando para sobrevivir, pero hay quienes, por necesidad, están volviendo al río”, señaló.
GARANTIZAR EL SUSTENTO DIARIO
“El río es muy beneficioso y noble”, afirmó Sequeira. Destacó que, pese a las dificultades, muchas personas aún ven en la pesca un recurso accesible, disponible las 24 horas del día. No obstante, el panorama para los próximos meses es incierto, especialmente por los efectos que las recientes heladas han tenido sobre la producción citrícola. “Muchas plantas de naranja se quemaron y lo poco que quedaba para cosechar se arruinó. Cuando la fruta se congela, ya no sirve para exportación”, explicó. Esto ha provocado la paralización de varias cuadrillas de recolección, generando más desempleo y precariedad.
Algunos trabajadores logran acceder a un seguro especial, que, si bien no resuelve de fondo la problemática, les permite al menos atravesar los momentos más difíciles. Muchos también se vuelcan nuevamente a la pesca para cubrir sus necesidades básicas. En ese sentido, Sequeira valoró el accionar de Prefectura, que ha permitido que los pescadores continúen con su tarea sin mayores restricciones.
UN OFICIO QUE RESISTE
Actualmente, sólo cinco familias viven exclusivamente de la pesca artesanal en Salto. El resto debe combinarla con otras ocupaciones para poder subsistir. “Los que estamos acostumbrados a vivir de esto hemos pasado por momentos buenos y malos. Hoy está difícil vender lo que se pesca”, concluyó Sequeira.
DIARIO CAMBIO