Rosita Moreno: La Alcaldesa que transforma Mataojo con pasión y compromiso

Rosita Moreno: La Alcaldesa que transforma Mataojo con pasión y compromiso

En el corazón del departamento de Salto, donde la ruralidad profunda se encuentra con el compromiso inquebrantable de sus líderes, emerge la figura de Rosita Moreno.

En entrevista con Radio Tabaré, Moreno, reelecta alcaldesa del municipio de Mataojo, compartió detalles de una gestión marcada por el trabajo arduo, la escucha activa y la concreción de proyectos vitales para el bienestar de sus pobladores.

Un segundo período de compromiso renovado

Rosita Moreno, con la emoción reflejada en cada palabra, agradeció la oportunidad de llegar a los rincones más alejados del departamento, como Mataojo y sus poblados circundantes, incluyendo Pueblo Fernández, donde se ubica la sede municipal. Su reelección, junto a su consejo, reafirma un objetivo común: ver a su querido Mataojo seguir creciendo. «Contenta y feliz por la reelección nuevamente del matrimonio, con el único objetivo común de que mi querido Mataojo siga creciendo y todos sus poblados alrededor», expresó Moreno, destacando la unidad de propósito en su equipo.

Recuperando la dignidad y fortaleciendo los servicios

Al asumir el municipio de Mataojo, Rosita Moreno y su consejo se enfrentaron a desafíos significativos. El primer paso fue recuperar la sede municipal en Pueblo Fernández, un espacio fundamental para el personal que trabaja de lunes a viernes. «Realizamos primero un diagnóstico participativo junto a la gente, escuchamos las necesidades de cada poblado y bueno, ahí fuimos avanzando y realizando y concretando obras en todo el territorio del municipio Mataojo. Primero lo que nos planteamos con los concejales fue recuperar la sede del municipio de Mataojo», relató Moreno, enfatizando la importancia de un entorno de trabajo digno.

Uno de los logros más impactantes de su gestión inicial fue la instalación de un Correo Uruguayo en la sede del municipio. Lo que comenzó como un anhelo de tener un «hábito» (se presume que se refería a un espacio de reunión o servicio más amplio) para la zona, se materializó en un servicio esencial para la comunidad. «Salimos a golpear puertas y bueno, lo que nos encontramos junto al gobierno departamental y el gobierno central, el gobierno nacional, un Correo Uruguayo en la zona», explicó. Este servicio permite a los residentes pagar facturas de UTE y Antel, realizar transferencias de dinero y acceder a otros servicios básicos, evitando largos y costosos traslados.

En la búsqueda constante de mejorar la calidad de vida, se logró un convenio con el BROU (Banco de la República Oriental del Uruguay), la Intendencia de Salto y el propio Municipio de Mataojo para que los pobladores no tengan que pagar comisión al retirar dinero. «La verdad que los recursos básicos nos sentimos contentos como mataojenses de que esto ha llegado en el interior profundo», subrayó Moreno, defendiendo la idea de que los habitantes rurales merecen los mismos beneficios que los de la ciudad.

Gestión de proyectos y conexión con el unterior profundo

La alcaldesa detalló que los fondos para los municipios provienen de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), pero su obtención requiere una gestión rigurosa. «Nosotros los fondos que vienen, vienen de OPP para los municipios, llegue a Intendencia de Salto porque creo que la gente no sé si saben pero un municipio no tiene una personería jurídica, es que nosotros tenemos que presentar todos los proyectos a Intendencia, ahí el intendente y el secretario general da el aval y luego se presenta a OPP», aclaró Rosita. La presentación de proyectos en tiempo y forma es crucial para alcanzar los objetivos propuestos.

Gracias a esta meticulosa gestión, se logró un hermoso salón comunitario y una oficina descentralizada del municipio en Sarandí Arapaí, financiado con Fondos de Desarrollo del Interior. Este era un anhelo largamente esperado por los pobladores.

La comunicación con los productores y las zonas no municipalizadas es una prioridad.

Rosita Moreno destacó que el municipio está siempre disponible para brindar soluciones, desde problemas relacionados con la producción, como la carga de lana o el traslado de ganado, hasta cualquier otra necesidad. «El consejo y el alcalde lo único que debe hacer es velar por la gente y de esa forma trabajamos nosotros en Mataojo», afirmó.

Cierre de período y nuevas metas

El balance de la gestión saliente es sumamente positivo. «Para nosotros fue fantástico porque la verdad que todo lo que nos planificamos con el consejo, con el gobierno departamental, con los técnicos, con los vecinos, con los compañeros de trabajo, lo logramos», expresó con satisfacción. Entre los logros enumeró un salón comunitario en Núñez, la instalación de tres alcantarillas en Pueblo Quintana y dos en Mataojito, la organización de dos poblados, compras de maquinaria vial (moto niveladora, retroexcavadora, cilindro, camión doble eje) y la gestión de una antena de Antel para mejorar la conectividad en Pueblo Fernández.

Un hito fundamental es la instalación de una oficina descentralizada de BPS (Banco de Previsión Social) para Mataojo. Este convenio entre el municipio, la Intendencia de Salto y BPS permite a los residentes realizar trámites de jubilación, pensión o temas empresariales una vez al mes, evitando los 200 kilómetros de distancia a las ciudades departamentales como Salto, Rivera o Artigas.

Para el próximo período, si bien la idea de un cajero automático del BROU en Mataojo se vislumbra como «imposible» debido a la distancia y las dificultades del terreno (100 km de ruta y 100 km de camino de tierra), el convenio que permite retirar dinero sin comisión a través de RedPagos y Correo Uruguayo los deja conformes.

La caminería: Un desafío constante y fundamental

La caminería rural es, sin duda, la mayor problemática del municipio, que abarca 742 kilómetros cuadrados de caminos rurales principales e internos. «Maquinaria siempre estaría faltando», admitió Moreno, dada la extensión y las necesidades. Para ella y su equipo, el camino es lo principal, ya que por él «pasa la salud, pasa la educación, pasa la producción y pasa la seguridad».

La planificación se realiza a través de un diagnóstico participativo con la gente. Luego, se sientan con los concejales para discutir y establecer prioridades, atacando lo más necesario para cada zona.

Un proyecto ambicioso y ya seleccionado para ejecutarse en 2025 es un proyecto de caminería rural productiva que unirá dos departamentos: Salto y Rivera. Se trata de 17 a 22 kilómetros de bitumen que conectarán la ciudad de Tranqueras con el poblado de Mataojo. «Es la salida, digamos, de emergencia cuando hay crecida de arroyos que salimos para el lado de Rivera», explicó. Este proyecto, que involucra a las alcaldías de Mataojo y Tranqueras, será financiado en un 85% por la OPP y el 15% restante será una contrapartida equitativa de ambas intendencias.

Población y vivienda: Desafíos a futuro

La población que abarca el municipio de Mataojo es de aproximadamente 1200 personas. En cuanto a vivienda, Rosita Moreno destacó la solicitud de un segundo plan de MEVIR (Movimiento para la Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural) para Mataojo, que ya cuenta con un primer plan. La alcaldesa se comprometió a recorrer nuevamente los pueblos para escuchar la demanda en este tema, reconociendo la complejidad que implican los costos y las distancias para llevar recursos al territorio.

Un mensaje desde el corazón de Mataojo

Con la voz teñida de emoción, Rosita Moreno envió un mensaje de agradecimiento a la gente por el voto de confianza. Con una trayectoria de 27 años como enfermera en la Policlínica de Pueblo Fernández, donde «muchos de ellos nacieron en mis manos», y su experiencia como alcaldesa en el período anterior, su vínculo con la comunidad es profundo. «Decirles de qué vamos a asumir ese municipio con mucho compromiso, con mucha responsabilidad y decirle a la gente que por Mataojo siempre voy a dar todo lo de mí porque es el lugar donde yo nací, donde yo crecí y donde sigo viviendo junto a mi familia», afirmó.

Para Rosita, la mayor satisfacción como enfermera fue el aprendizaje y el poder ayudar y salvar vidas, sin horarios ni días. Esa misma pasión y compromiso la impulsa en su rol de alcaldesa, donde ve la oportunidad de «lograr muchas cosas para la gente, mejorar la calidad de vida en todo sentido». La emoción en sus palabras es el reflejo de un trabajo hecho con el corazón, por y para su «querido Mataojo».