Bartesaghi: “Primeras medidas proteccionistas de Trump generan incertidumbre en los precios y en el dólar”
El Doctor en Relaciones Internacionales analizó el impacto que podría tener el segundo mandato de Trump en la política internacional, sus consecuencias en los precios de los commodities y en el dólar, la posibilidad de Argentina de firmar un TLC con Estados Unidos, los desafíos en materia de inserción y baja de aranceles del próximo gobierno encabezado por Yamandú Orsi y la importancia de no invitar a Nicolás Maduro a su asunción.
Transpacífico o sobre todo con China? Y no… Yo creo que el gobierno de Orsi no insistirá con eso porque significa flexibilizar el Mercosur, que es lo que no quiere el Frente Amplio, porque es lo que no quiere Lula. Al medio está todo el tema del Mercosur que mencionamos antes con Milei. Yo creo que todos los esfuerzos de bilateralización que Uruguay llevó adelante, es razonable pensar que pierdan un poco de énfasis. Al final la discusión sería si flexibilizar el Mercosur o no. Hay que decir también que este gobierno lo intentó sin resultados concretos, hay resultados en la apertura sanitaria y fitosanitaria pero no lo hay con la baja de aranceles. Se cerró el acuerdo con Singapur que tampoco está vigente. La administración tuvo 5 años de negociaciones, pero se va y seguimos pagando los mismos aranceles. Esa es la realidad de Uruguay, que para el sector agroindustrial es fundamental, porque justamente es el sector más protegido a nivel mundial. Entonces, donde Uruguay es más competitivo, como lo es en el agro, enfrentamos más restricciones arancelarias a nivel internacional. En los dos pilares principales hay mucho por hacer: apertura comercial con baja de aranceles y promoción en el mundo de nuestros productos.
—Con el foco puesto en el precio de los granos, ¿qué puede pasar en este contexto, tanto por situaciones estructurales como por cuestiones que refieran a la política internacional?
—Hay dos formas de analizar los precios internacionales. Una es estructural y tiene que ver con la demanda creciente y los problemas de restricción de oferta vinculados a temas geopolíticos o climáticos. Podemos decir que vamos hacia incertidumbre y caídas en algunos precios internacionales, como estamos viendo, pero las tensiones siempre generan dificultades en la propiedad de los productos. Hay una visión en el largo plazo de que los commodities van a seguir teniendo vaivenes. Ahora, la incertidumbre que propone Trump y los efectos que eso puede tener en la economía internacional, asociada fundamentalmente al dólar, lleva a que los precios internacionales tengan movimientos. Va a haber incertidumbre en los próximos meses, siempre y cuando se mantenga este escenario y no venga un nuevo conflicto, una guerra que genere un bloqueo logístico de dimensión y tengamos el producto disponible. También hay que tener en cuenta el tema climático y su impacto. Uruguay sufre mucho de esto último, entonces hay un montón de vaivenes que no se pueden manejar. Por otro lado, hay una gran cantidad de costos logísticos asociados que Uruguay todavía sigue sin discutir, con determinadas reformas necesarias para bajar los costos de producción del país. La pregunta es: si hay una gran cantidad de variables que dependen de vos, ¿por qué no las haces? Al final, hay una reforma laboral pendiente, una reforma del Estado pendiente, hay trámites asociados al comercio exterior, tasas, mucha carga burocrática y administrativa, y a eso se suma que tenemos pocos acuerdos comerciales.
—¿Hasta qué punto va a incidir la postura que tome el próximo gobierno con el tema Venezuela?
—Es clave, porque lo primero que tiene que decidir es si lo va a invitar a Maduro a la asunción o no. Yo creo que Orsi no va a invitar a Maduro a su asunción. Invitarlo sería tirar por la borda una imagen internacional de Uruguay, y además sería en los hechos, reconocer a Maduro como presidente de Venezuela, algo que todavía el Frente Amplio como fuerza política no ha hecho. Sí lo ha hecho algún actor aislado, como Juan Castillo, pero no el presidente. Creo que la recomendación del equipo más cercano de Orsi es no reconocer a Maduro y no invitarlo. Y ojo, invitarlo te aleja de los actores centrales. Porque tenés que pensar que los que reconocen a Maduro están lejos y lo hacen por otras razones, llámese Putin o China. En eso no es en lo que debe basarse Uruguay. Miren al propio Brasil, que más allá de intentar siempre tener la puerta abierta, no lo reconoce. Ni México ni Colombia reconocieron a Maduro. Entonces, ¿cómo se te ocurre invitarlo? ¿En calidad de qué lo vas a invitar? Es una trampa. Orsi cuando asuma va a ser el presidente de todos los uruguayos y tiene que dejar de lado esta discusión que tanto daño hizo adentro del propio Frente Amplio. Dictadura sí, dictadura no. Maduro sí, Maduro no.
—¿Cómo debería proceder?
— De una vez por todas dar vuelta esa página y como presidente de todos los uruguayos decir yo no reconozco a Maduro. ¿Por qué? Porque las elecciones fueron totalmente fraudulentas y lo sabe el mundo entero. Y punto final, porque hoy se transformó en un dictador. Si vos, frente a un tema tan importante, dudás, después dudas de todo y dudan de vos en todo. Uruguay es un país chico, de reglas claras y los mejores indicadores de respeto a las instituciones. Arrancar la próxima administración invitando a Maduro y reconociéndolo como presidente de Venezuela, es tirar por la borda el trabajo de años en el país.
Rurales El País