Hay que desarrollar una cultura de prevención ante desastres como el de Valencia

Hay que desarrollar una cultura de prevención ante desastres como el de Valencia

Catástrofes como la de Valencia demuestran que “el cambio climático” va por delante de nosotros y ninguna respuesta será suficiente para abordar los desastres cada vez más intensos y numerosos. La Oficina para la Reducción de Riesgos de Desastres pide “desarrollar una cultura de prevención”.

Las recientes lluvias e inundaciones que han asolado la región de l’Horta Sud en Valencia no son un fenómeno aislado, sino un reflejo de una creciente tendencia global hacia la intensificación de eventos climáticos extremos relacionados con el cambio climático, señalan tanto la Organización Meteorológica Mundial (OMM) como la Oficina para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR).

Tan solo en 2024 se han batido récords de precipitaciones locales en buena parte de Europa.

“La realidad es que el cambio climático nos va por delante y hay cada vez una intensidad mayor. La respuesta nunca va a ser los suficientemente fuerte para prevenir todos estos daños que aumentan en intensidad en frecuencia. ¿Qué podemos hacer? Hay que acelerar la preparación. Hay que desarrollar una cultura de prevención”, dijo Natalia Alonso Cano, responsable de la Oficina para Europa de UNDRR. “Esto afecta a los gobiernos- local, autonómico, nacional, europeo-, pero también a cada uno de nosotros”, añadió.

Los fenómenos son naturales, pero los desastres no

“Tras el impacto de un desastre de esta magnitud, es esencial realizar un análisis exhaustivo de las necesidades de acogida, servicios públicos, salud y preparación de infraestructuras. En este sentido, la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno (local, nacional y europeo) es vital para una respuesta eficaz”, añade Alonso Cano.

Según la funcionaria, una de las lecciones más importantes que se deben extraer es la necesidad de fortalecer los mecanismos de alerta temprana, los sistemas de comunicación y la preparación ante futuras crisis.

El objetivo es minimizar los impactos de estos fenómenos y evitar que se conviertan en desastres. Para ello, la inversión en resiliencia e infraestructuras sostenibles es clave, así como el fortalecimiento de los sistemas de gobernanza que garanticen una cooperación efectiva entre los diferentes actores involucrados.

La urgencia de un cambio de paradigma: prevenir antes que reaccionar

A pesar de los avances en la prevención y mitigación de los efectos del cambio climático, la agencia de la ONU resalta que este fenómeno está superando rápidamente los esfuerzos realizados a nivel global. “Los desastres naturales aumentan en frecuencia e intensidad, lo que requiere una respuesta más rápida, adaptativa y a largo plazo”.

En este sentido, Natalia Alonso explica que es imprescindible acelerar el desarrollo de una cultura de prevención en todos los niveles: gobiernos locales, nacionales e internacionales, así como en el sector privado.

“Las organizaciones educativas y la ciudadanía en general. La inversión en preparación y resiliencia, junto con la creación de mecanismos de alerta temprana y la mejora de la coordinación entre distintas administraciones y gobiernos es crucial para enfrentar los retos que se avecinan”.

ONU