Turismo masificado en España: ¿Se hunden las Islas Baleares?
Una ola de protestas contra el impacto negativo del turismo masivo se extiende por las zonas turísticas más populares de España. La reportera de ‘Euronews’ Valérie Gauriat viajó a Mallorca, la mayor de las Islas Baleares, para escuchar a los residentes que sienten que su futuro está en peligro.
En las Islas Baleares, como en Canarias, Barcelona e incluso Madrid, una ola de protestas recorre los destinos turísticos más populares. Mallorca, la mayor de las Baleares, tiene algo menos de un millón de habitantes. Este año espera unos 20 millones de visitantes, una cifra récord.
El turismo representa casi la mitad del PIB de Baleares. Una ganancia económica inesperada, pero no para todos: los paquetes ‘todo incluido’ de las principales cadenas hoteleras, las compañías de ferry cuyos gigantescos buques atracan a diario en el puerto de Palma de Mallorca, la capital, tienen incluso el efecto contrario, para parte del comercio local.
Originaria de Bulgaria, Kristina Paraskova vive y trabaja en Mallorca desde hace veinte años. La masificación del turismo no es sinónimo de consumo excesivo, sobre todo desde la pandemia, afirma.
«La cantidad está ahí, hay mucha gente. Pero sus medios económicos son mucho menores. Ahora hay más hoteles con todo incluido y pisos de alquiler para las vacaciones. La gente prefiere alojarse en un piso y prepararse su propia comida. Y a lo mejor se sientan en un bar a tomar una copa o una sangría, que a veces comparten», dice Kristina.
Deterioro de la calidad de vida
Paz y Cecilia, por su parte, intentan resistirse a los efectos del turismo excesivo, como parte de un colectivo que trata de promover el comercio sostenible y local.
«Para el negocio no va mal que haya tanto turismo, pero no es exponencial. O sea, no quiere decir que porque venga más gente yo venda más. Yo ganaba lo mismo con la mitad de gente. Y tampoco es un tema de dinero, porque al final tienes que hacer un balance entre la calidad de vida y el business», dice Paz, dueña de la tienda «El Insular» en Palma de Mallorca.
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