Productores de Artigas pedirán reunión a Lacalle
Cuando parecía estar avanzada y a punto de concretase, incluso luego de ser habilitado por el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento de Brasil (MAPA) y su par de Uruguay, la creación del puesto de control sanitario para ovinos con destino a faena en el Local “Chiflero”, volvió a quedar sin efecto por temas burocráticos.
Esta herramienta permitiría el pasaje de ovinos en pie hacia Brasil a través del Puente Internacional de la concordia que une las ciudades de Artigas -Quaraí, en Río Grande do Sur, evitando la salida por Aceguá, que es hoy paso de frontera habilitado por Brasil.
La alternativa es hacer las instalaciones en el Paso de Frontera Artigas- Quaraí, pero se precisa una inversión de entre US$ 200.000 y US$ 240.000, en un predio que pertenece al Ministerio de Defensa, que es quien preside el Comité de Pasos de Frontera.
La habilitación del Local “Chiflero”, perteneciente a la Asociación Agropecuaria de Artigas por parte del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento se había logrado en junio de 2021. Un técnico brasileño que se trasladaría desde Livramento, estaría presente una vez a la semana, durante todo el día, para revisar la documentación y emitir los permisos, agilizando la operativa de exportación en pie. A su vez, los productores tendrían la posibilidad de colocar sus animales en momentos en que la demanda la industria frigorífica uruguaya no es elevada, porque se le da prioridad a la faena de bovinos.
La Asociación Agropecuaria de Artigas impulsora de esta iniciativa que busca descomprimir el volumen de ovinos en los campos del norte del país, aprovechando la demanda de Brasil -tanto de corderos como de animales adultos-, está preocupada y tiene en mente reunirse con el Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para intentar buscar una solución, porque todas las gestiones realizadas hasta ahora no lograron resultado positivo.
Mientras dan la cara con los importadores brasileños, que creen que es Uruguay el que no les quiere vender ovinos en pie para faena inmediata, la gremial intenta busca captar inversores para el proyecto, pero resulta difícil que alguien invierta en instalaciones en un predio del Estado.
Posibilidades. “En un principio quisimos hacerla en el Local”Chiflero -próximo a la Terminal de Cargas- pero el Ministerio de Defensa no quiso firmar un comodato con nosotros, porque si lo hacían -por temas jurídicos-, se consideraría legalmente como un apéndice del cuartel y eso demandaba destinar personal a cuidarlo”, explicó Jorge Riani, presidente de la Asociación Agropecuaria de Artigas al ser consultado por El País.
“El Ministerio de Defensa es el presidente del Comité de Paso de Frontera y aspectos jurídicos, impiden firmar ese comodato temporal para hacer la estación sanitaria en el Local “Chiflero, porque se estaría incorporando como un apéndice del cuartel”, explicó el presidente de la Asociación Agropecuaria de Artigas.
La indicación fue realizar el puesto de control sanitario en la Terminal de Cargas, pero como se explicó anteriormente es territorio del Ministerio de Defensa. “Si tenemos que ir a hablar con el Presidente Lacalle lo haremos, ya se habló con los ministros y no se pudo encontrar una solución. Los productores no podemos invertir ese dinero en una Terminal de Cargas que es del Ministerio de Defensa”, dijo Riani muy preocupado por los frenos que le van surgiendo al proyecto que busca desarrollar la gremial.
La ausencia de esa estación sanitaria en el norte del país, inhabilita los negocios, porque en caso de que los precios que pagan los importadores brasileños sean favorables, la operativa encarece los costos, porque los camiones tienen que salir por Aceguá, pues no existe otra vía de ingreso a Brasil habilitada por el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA).
“La estación sanitaria es un instrumento que favorecerá las exportaciones de Uruguay, no sólo a los productores”, aseguró Riani. Es una iniciativa del sector privado e iba a ser manejada por los productores, con el apoyo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca en todos los aspectos que involucran la sanidad animal.
Pese a todas los impedimentos, los importadores brasileños mantienen firme el interés por ovinos y carne ovina uruguaya, pero no entiende por qué se demora tanto en crear la estación sanitaria, ni en las trabas que siguen surgiendo por conceptos jurídicos y gestiones oficiales. El pasado lunes, la Comisión Directiva de la Asociación Agropecuaria de Artigas se reunió con importadores brasileños para explicarles la situación. Según contó Riani, esos inversores quedaron de contactar a un candidato a gobernador de Rio Grande do Sul para que haga gestiones ante las más altas esferas de Uruguay, apuntando a destrabar la situación.
De solucionarse, no sólo se beneficiarán los productores de ovinos de Artigas, también los de Salto y Paysandú, porque en el norte del país, sobre los suelos de basalto, es donde está el 60% de los ovinos.
Faenas. Los mismos importadores brasileños plantearon la posibilidad de importar carne ovina uruguaya, partiendo de la faena de los ovinos que compraran en Artigas en el frigorífico municipal de este departamento. Incluso, entre los primeros contactos que tuvo la Asociación Agropecuaria de Artigas con los compradores brasileños, estuvo un frigorífico de Rio Grande do Sul que abastece con carne ovina porcionada el segmento de supermercados y parte de la cadena gastronómica de Porto Alegre.
La idea de lograr la habilitación del frigorífico municipal generó mucha expectativa en el departamento de Artigas, pues generaría nuevos puestos de trabajo, pero la puesta a punto de la planta para la exportación requiere algunas reformas que demandan tiempo y dinero.
“También se complicó esa habilitación del frigorífico de Artigas”, explicó el presidente de la Asociación Agropecuaria de Artigas con un tono de decepción.
La Intendencia de Artigas invirtió casi US$ 400.000 en corregir los problemas que habían planteado los inspectores, que posteriormente marcaron la necesidad de contar con roldanas eléctricas y no manuales, lo que insumirá más dinero, pero también está la incertidumbre de seguir invirtiendo y que surjan nuevos aspectos a corregir antes no habían surgido.
“El año pasado los productores de Artigas perdieron la oportunidad de vender alrededor de 20.000 corderos a Brasil que podrían haber sido industrializados en Artigas, generando mano de obra para el departamento”, destacó Riani, que dijo ver cómo se está cayendo en un saco sin fondo todo el trabajo que realizó la Asociación Agropecuaria de Artigas y la Intendencia.
La salida de ovinos en pie hacia Brasil, como en su momento lo hace la exportación en pie de vacas, le permite a los productores del norte del país contar con una mayor opción de venta de sus producciones, priorizando los mejores negocios y permitiéndoles vender en momentos en que la prioridad de la industria frigorífica no incluye al ovino.
Fuente: Rurales El País