Más de 130 países llaman a reiniciar los sistemas educativos, dando esperanza de un futuro mejor a los niños del mundo
La Cumbre para la Transformación de la Educación ha ofrecido una oportunidad «única en una generación» para recuperar las pérdidas de aprendizaje, avanzar en los objetivos mal encaminados y replantear los sistemas educativos.
Con el COVID-19 exponiendo las fallas de los sistemas educativos a nivel mundial, más de 130 países se comprometieron hoy a reiniciar sus sistemas educativos y acelerar la acción para poner fin a la crisis del aprendizaje, en la Cumbre sobre la Transformación de la Educación.
La Cumbre ha abordado una crisis en la educación que ha visto cómo unos 147 millones de estudiantes han perdido más de la mitad de su instrucción presencial, desde 2020. En 2021, 244 millones de niños y jóvenes estaban sin escolarizar. La pandemia ha perjudicado el aprendizaje de más del 90 % de los niños del mundo -la mayor interrupción de la historia- y la mitad de los países han recortado sus presupuestos de educación, lo que ha agravado la crisis.
En la actualidad se calcula que el 64,3% de los niños de todo el mundo, en todos los países, son incapaces de leer y comprender una simple historia. Esto significa que, dentro de unos años, una de cada tres personas será incapaz de entender este mismo texto, mientras que 840 millones de jóvenes abandonarán la escuela en su adolescencia sin ninguna cualificación para el trabajo del futuro.
«En lugar de ser el gran facilitador, la educación se está convirtiendo rápidamente en el gran divisor», declaró el Secretario General de la ONU, António Guterres. «Los ricos tienen acceso a los mejores recursos, escuelas y universidades, que conducen a los mejores puestos de trabajo, mientras que los pobres, especialmente las niñas, se enfrentan a enormes obstáculos para obtener las cualificaciones que podrían cambiar sus vidas.»
Sin embargo, menos de la mitad de los países tienen estrategias para ayudar a los niños a ponerse al día. Si esto no ocurre, estos estudiantes pueden perder 10 billones de dólares en ingresos a lo largo de su vida laboral. (Noticias ONU)