Maldonado habilitó área pública para hacer picadas, y los vecinos denuncian peligro y altos ruidos
Los residentes del área habilitada por el gobierno fernandino se quejaron de los altísimos ruidos que generaron más de 300 motos modificadas y más de 1.000 personas que se juntaron en un evento piloto.
Las picadas no solamente son un problema en la vía pública por el riesgo que representan para las personas que lo practican, los transeúntes y terceros vehículos que se pueden ver en peligro.
Está por demás aclarar que las competencias entre vehículos son ilegales en las calles públicas, pero la Intendencia de Maldonado cree haber encontrado una forma de «legalizar» esta práctica en una experiencia piloto.
Así lo cree el intendente de Maldonado, el nacionalista Enrique Antía, quien habló bien del «evento recreativo» organizado por la comuna que él administra, en la cual se juntaron más de 300 motos y unas 1.000 personas para hacer picadas en una calle en la zona de El Jagüel, cerca del Cetro de Convenciones de Punta del Este.
“Es una calle que no se usa, solo en algún día de evento. Es independiente, no hay circulación de autos ahí y para cubrir eso, los días de eventos -que son los sábados desde el mediodía hasta antes de la puesta de sol- ponemos inspectores en las cercanías, a 100 metros de un lado y a 100 metros del otro”, detalló Antía.
Además, “la seguridad también la tienen que manejar ellos, la seguridad de darle espacio a los que miran de afuera. Para eso se comprometieron a hacer una barrera de coches a una distancia prudente de la calle, del otro lado de las banquinas”, agregó.
“Hace unos meses vimos la posibilidad de organizarlos en un predio que tenemos elegido y que tenemos que modificar, pero allí no molesta a nadie, porque no molesta el ruido ni el tránsito. Es un predio subutilizado donde antes se descargaba la barométrica de la Intendencia y está cerrado el uso de eso, y ese sería un lugar muy adecuado para hacer algo en serio”, agregó el jerarca nacionalista.
La intendencia pidió a los participantes de las picadas que se organicen a modo de sociedad civil, para luego poder dialogar con las autoridades sobre las pautas de seguridad, sanidad e ingreso. “El objetivo es hacerlo en nuestro gobierno y estamos pensando que es algo que se puede llegar a cristalizar por marzo del año que viene”, estimó el intendente, según publica el diario El País.
Pero aunque Antía ve cosas positivas en el blanqueo de esta actividad, los vecinos de El Jagüel no están para nada contentos. “Esto ha sido un problema para nosotros”, dijo citada por el medio Silvina Echarte, residente de los alrededores, y agregó que “es conocido que las picadas generan un ruido impresionante”.
El área designada por Antía, dijo Echarte, es peligrosa porque pusieron la actividad en un área de El Jagüel cercana a un parque infantil, contra la ruta, y además “está el Centro de Convenciones, y encima la calle que pusieron para las picadas es sumamente transitada; entonces es un peligro para los que circulan y para los que están haciendo la picada”.
La vecina contradijo a Antía: “No hay ningún tipo de supervisión, ni de la intendencia, no del Ministerio del Interior, ni de la (Policía) Caminera”.
Por parte de la organización Maldo Stunt, que estuvieron a cargo de la prueba piloto del pasado 22 de julio, se comprometieron a no realizar picadas en otros lugares, aparte del habilitado por la intendencia y en las fechas y horas acordadas. (LA REPUBLICA)