La falta de estandarización en Brasil dificulta sellar negocios realmente verdes

La falta de estandarización en Brasil dificulta sellar negocios realmente verdes

Empresarios y técnicos exigen taxonomía nacional como ocurre en la UE, China y México; Actualmente la clasificación depende de entidades privadas.

La falta de estandarización para definir qué es una empresa «verde» (ambientalmente sostenible) ha preocupado a los inversores cuyo objetivo es destinar recursos a este tipo de operaciones. Hoy en día, las inversiones que se anuncian como verdes y sostenibles están certificadas por consultoras privadas que tienen sus propios criterios no uniformes.

La necesidad de tener criterios más firmes para definir qué carteras y fondos de inversión, efectivamente, siguen aspectos ESG (Environmental, Social and Governance) ha sido una de las principales demandas en reuniones de empresarios e inversionistas comprometidos con el tema ambiental, incluido el Gobierno Federal.

Un ejemplo es el fondo de inversión sostenible lanzado más recientemente en el país, según Anbima (Asociación Brasileña de Entidades Financieras y del Mercado de Capitales). Este fue creado por la gestora SulAmérica, en sociedad con Itaú, en marzo y, para obtener el sello «sostenible», tuvo que enviar documentos a Anbima.

A partir de entonces, la asociación analiza los trabajos y certifica los argumentos. Esta información de SulAmérica, sin embargo, se basa en un informe encargado a KPMG, consultora privada que clasifica las empresas según prácticas ESG.

Según KPMG, el estudio se realiza analizando información pública procedente de informes de sostenibilidad, formularios de referencia, documentos de gobernanza y relaciones con inversores de empresas de 11 sectores de la economía. (FOLHA INTERNACIONAL)