El oficialismo, encerrado en su círculo: reaparece la alarmante idea de la “resistencia”, con eje en Buenos Aires

El oficialismo, encerrado en su círculo: reaparece la alarmante idea de la “resistencia”, con eje en Buenos Aires

CFK busca afirmar su poder de decisión. El armado bonaerense domina el juego de las candidaturas de Wado de Pedro, Massa, Kicillof y Máximo Kirchner. También el discurso apunta al núcleo duro de votantes. Alberto Fernández hizo un aporte inesperado en el frente externo.

Cristina Fernández de Kirchner busca mostrar que maneja todo en el oficialismo. El juego con los tiempos para decidir candidaturas no es una cuestión de calendario, sino más bien otra exposición de poder interno. El anuncio sería en dos o tres semanas, tal vez en el umbral del cierre de los plazos legales, es decir, poco antes del 24 de junio. Mientras tanto, por los canales kirchneristas se hace circular un posible esquema de listas, junto a operaciones para desalentar a competidores en las PASO. Y el punto vuelve a ser Buenos Aires. No asoma sólo como una apuesta a la provincia para correr con chances en la elección nacional: reaparece la peligrosa idea de la “resistencia” para el caso de derrota.

No sería la primera vez en que el concepto de “resistencia” es extrapolado. Y eso mismo constituye un dato político fuerte. Es una definición asociada a los años de dictadura y especialmente a la etapa con Perón en el exilio, algo que tampoco presentó a un peronismo monocolor detrás de su líder. Las luchas fueron varias, cruzadas, algunas oscuras, dramáticas. Pero la utilización en tiempos democráticos es alarmante. Resume un sentido del poder y, en rigor, de la reacción ante la pérdida de poder, sin importar las circunstancias.

Buenos Aires y en particular el GBA son considerados por el kirchnerismo territorio propio, base de grandes triunfos electorales o última línea de sostén, según el caso. Y eso domina el tablero para CFK. La candidatura presidencial está atada a una movida que contempla antes que nada el armado bonaerense, en el marco de la ratificada sociedad de la ex presidente con Sergio Massa. Aislado Alberto Fernández, o al menos con capacidad muy reducida, la negociación siguiente es con los jefes provinciales, que se reunirán la semana que viene en la sede porteña del CFI.

Desde el viernes pasado, después del acto en Plaza de Mayo con CFK como única oradora, y sobre todo en las últimas 48 horas, se deja trascender el esquema básico del kirchnerismo. La hipótesis de Eduardo “Wado” de Pedro como posible candidato a presidente iría de la mano con la intención de colocar a Massa como cabeza de lista de senadores -habida cuenta de la carga como ministro de Economía-, acompañado por Máximo Kirchner en el primer renglón de diputados y Axel Kicillof jugado a la reelección.

Es una forma de darle sentido a la foto cuidadosamente montada en el escenario de Plaza de Mayo, aunque no resulta la única alternativa. Kicillof, de un lado, y Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Massa, del otro, flanquearon a la ex presidente. La foto tiene una traducción clara, que es la gravitación de CFK. Y antes que la confección de las listas, quiénes son los principales actores en este rearmado del Frente de Todos, con la gestión de Alberto Fernández deteriorada, en tono de despedida.

Son las primeras cartas sobre el paño después de que la ex presidente ratificara que no competirá en este turno electoral. Y, junto al intento de manejar la incertidumbre, expresan la necesidad de consolidar antes que el mensaje del 25 de Mayo, el significado de la carta sobre la disputa de “tercios” con Javier Milei como elegido para la confrontación. Polarizar, de manera original con un supuesto “tercio”, para lo cual es gravitante el discurso: para asegurar el “núcleo duro” de lo que consideran electorado propio y para imponer las líneas centrales de campaña. (INFOBAE)